Capítulo 22

132 20 1
                                    

Los débiles rayos del Sol han vuelto a tocar las paredes de la mansión. Hace unos instantes los jóvenes se despertaron y no les importó comerse un pan vacío con agua después de no recibir nada de comer anoche. De todos modos, Jackson va a charlar con su buen amigo Brayan, pero este se muestra desconectado de su alrededor, como si algo le molestara. Por eso Jackson va a hablar con él, porque ya tiene una posible razón para su comportamiento.

—¿Sigues pensando en esa niña? —Jackson intenta sacarlo de su burbuja.

—Por supuesto. —Por primera vez, Brayan es completamente serio, incluso demasiado para alguien como él—. Saber que jugaste con una niña muerta no es algo que puedas pasar por alto. Especialmente si no tienes idea de la forma tan horrible en la que pudo haber muerto.

—Mmm... puedes hablar con Gabriela. Ella también está tratando de averiguar más sobre las cosas que suceden por aquí y otras cosas que no me quedé a escuchar.

Al escuchar esto, Brayan decide seguir el consejo de su amigo y hablar con Gabriela. Aunque eso no le hace cambiar su estado de ánimo. Pero todo eso pronto pasó a segundo plano al tropezarse y caer debido a que se acaba de ir la luz. Y a pesar de ser de día, de alguna forma, las ventanas no dejan pasar ni un solo rayo de luz cuando ocurren estas cosas. Otro de los grandes misterios de este sitio.

La luz regresa, al igual que unas carcajadas por parte de Misterio. Esto enfurece y confunde a los jóvenes quienes no dudan en expresar su odio constante.

—Saludos muchachos. ¿Me extrañaron? Yo se que sí.

—Después de tantas cosas que nos hiciste, no me sorprende que nadie quiera escucharte —dijo Michael cruzando los brazos.

—Relájate, solo estoy aquí para darles un regalito por su comportamiento mientras no estaba.

Interesados, los jóvenes buscan el dichoso regalo, y desafortunadamente, es Brayan quien lo termina encontrando. Sus ojos se cristalizaron al ver que se trataba de la misma vaquita de peluche que llevaba la niña de ayer. Pero esta ya es la gota que derramó el vaso, y ya no se quedará callado.

—¡MALDITO BASTARDO! —rugió Brayan agitando el peluche— ¡¿NO TE BASTÓ CON LO QUE LE HICISTE A MIS AMIGOS, Y AHORA ESTO?!

—No entiendo de que se están quejando si sus amigos son un excelente complemento en mi colección —Misterio le responde picardía—. En cuanto a esa niña, ten por seguro de que me lo agradecerá.

—¡Espera! —Alexander interrumpe con temor, casi titubeando— ¿P-Por qué el muñeco está temblando?

Brayan deja caer el muñeco y todos se apartan de él. La pequeña e inocente vaquita de peluche se acaba de transformar en un demonio con piel de peluche, pero partes expuestas donde se ve tejido humano; esto en cada lugar donde antes estaban sus manchas. Sus pequeños cuernos crecieron hasta parecerse a los de un toro, y su boca ensalivada llena de colmillos esconde una lengua tan extraña e inquietante como la de un reptil. Y sus ojos son completamente negros, pero conservan la textura de sus ojos originales.

Misterio, en lugar de decir algo al respecto o si quiera explicar la situación, solo se limita a decirles que hay dos cuerdas y un cuchillo escondidos en toda la mansión. Ahora solo está observando con malicia como sus víctimas se esconden con sigilo y al mismo tiempo buscan las supuestas armas que les dejó.

Elizabeth se quedó atrás y quiso subir las escaleras para alcanzar a sus compañeros, pero por desgracia, dio un paso en falso y el monstruo empezó a jalarla de los tobillos, clavando sus garras para asegurar que no se le escape.

Pero ella no se iba a dar por vencida tan rápido, por lo que acaba de patearle el ojo derecho, estando a nada de llegar a su boca. Elizabeth está horrorizada al ver como el ojo de la bestia se desprende como si le hubiese arrancado uno real. Esto solo le dará unos minutos de ventaja, por lo que corre lo más rápido que puede para alcanzar a sus compañeros.

Lo que ella no sabe, es que por error le enseñó a la criatura que hay otros lugares en la mansión donde puede encontrar comida. El monstruo no pierde el tiempo y trepa las paredes con una gran agilidad y rapidez, emitiendo unos sonidos que se asemejan a los mugidos de una vaca, pero de una forma tan escalofriante y estremecedora, que paraliza del miedo a los jóvenes cada vez que lo escuchan.

Ellos acaban de encontrar una de las cuerdas en una habitación del segundo piso y están listos para subir al tercero, ya que no se escucha a la criatura o eso pensaban porque Jackson al asomar la cabeza para asegurarse de que pudieran cruzar a salvo, ve a la criatura rondar por el pasillo buscándolos.

Ahora los jóvenes están atrapados en aquella habitación con el corazón tan acelerado que en cualquier momento se saldría de sus pechos. La criatura está cada vez más cerca y están caminando de un lado al otro, pensando en cómo harán para escapar y encontrar las cosas que les faltan. Nicole mira por todos lados buscando algo que les pueda ser útil, y encuentra justo lo que estaba buscando en el palo de cortina.

Ella le cuenta la idea a sus compañeros, y le pide a Michael que agarre el palo y esperase detrás de la pared de la entrada para atacar al monstruo. Como era de esperarse, Michael está en total desacuerdo con este último detalle, pero nadie más está dispuesto a tomar su lugar así que no le queda de otra.

Michael se concentró tanto física como mentalmente, reprimiendo su miedo y concentrándose en la fuerza con la que sostiene el palo. El monstruo se acercó lentamente a la puerta, listo para tragárselos a todos, pero Michael le pegó con tanta fuerza que el palo se quebró en varios pedazos.

Sus amigos están muy orgullosos de él porque gracias a eso tuvieron tiempo suficiente para encontrar la otra cuerda. Ellos bajaron con cautela para que el monstruo no los vaya a atacar, y ahora están buscando el cuchillo en la sala principal. Pero parece que su suerte se terminó porque la criatura acaba de recuperarse, y ahora está más rabiosa que nunca.

—Oigan chicos —susurra Brayan haciendo gestos con las manos—, ¿a qué no saben con que me acabo de cortar?

—Menos mal es grande y parece tener una buena punta —comenta Elizabeth—. Conociéndolo, nos hubiera dejado un cuchillo de mesa.

—¿Qué estamos esperando? —pregunta Taylor—. ¡Acabemos con esa cosa!

La mansión se mantiene en casi absoluto silencio, y los jóvenes están esperando hasta que la criatura baje para poder atracarla. Por suerte o desgracia, ésta ya se dio cuenta de que no hay nadie arriba, así que baja con rapidez, tumbando muebles y cuadros. Ellos permanecen en su escondite temblando de miedo y algunos incluso pensando que pasaría si esto saliera mal.

La criatura ha llegado a la sala principal y camina lentamente mientras rastrea a los jóvenes con el olfato y su mirada tuerta. Como parte del plan, Alexander sale de la cocina y logra llamar su atención. Pero funcionó demasiado bien ya que la criatura lo está persiguiendo a más no poder, logrando acorralarlo irónicamente en la cocina.

Sus amigos aprovechan para seguir la otra parte del plan: que consiste en que Jackson y Brayan aten sus patas; y Taylor y Nicole sus manos. Pero no contaron con la fuerza y tamaño del monstruo, quien trata de liberarse descontroladamente para comerse a Alexander. Pero Gabriela lo empuja y el colmillo de la criatura le hace un corte en la cabeza antes de que ella sea rescatada.

Eso le sirvió a Michael como distracción, poniéndose detrás para darle el golpe final enterrando el cuchillo en lo más profundo de su pecho, perforando su corazón y causándole una hemorragia fatal. La criatura se retuerce sin parar mientras la sangre sale por montones, también emitiendo el mugido que tanto estremece a los jóvenes, bajando su intensidad hasta finalmente quedar en silencio.

Pero lo que realmente llama la atención del grupo, es la forma en la que, ese demonio sangriento y desalmado, volvió a transformarse en una pequeña vaquita de peluche. Solo que esta vez tiene un corte en el pecho por el cual sale relleno. Lamentablemente se acaba de desvanecer, tal y como lo hizo la niña de ayer, trayendo consigo la tristeza que creyeron haber olvidado.

—Siendo honesto, tenía la esperanza de que les arrancara la cabeza o de plano los mutilara. Pero viendo el lado positivo, ya no les queda mucho tiempo para jugar...

Meses De Agonía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora