Meses De Agonía ©

Capítulo 13

Los jóvenes se encuentran sentados en la sala principal, esperando la presencia de Misterio, pero su calma se ve alterada al escuchar los gritos desesperados de su compañero, provenientes del cuarto donde duermen los chicos. Alarmados, el grupo se dirige con rapidez a la fuente de tan desesperado grito de ayuda.

—¡Oh! Veo que por fin despertaste. —Jackson entra a la habitación, feliz de ver que su compañero sigue con vida.

—¡¿Qué pasó? y ¿Dónde está mi mano?! —La desesperación de Michael no es algo que se pueda medir en este momento. Por más que sus compañeros tratan de explicarle, le cuesta entender lo que pasó ayer.

—Cálmate Mike —le responde Alexander—. Hicimos todo lo humanamente posible para que sobrevivieras sin ella.

—Okey, ¡pero nadie me dijo dónde está mi mano!

—Sobre eso... —Nicole baja su cabeza para no verlo, ya que siente escalofríos cada vez que hoza ver su herida—. Ayer uno de los láseres te la cortó.

—Y tuve que coser tu muñeca... —prosiguió Brayan—. Aunque no sabemos qué hizo Misterio con tu preciada mano. Cuando terminamos la pusimos en la mesa de la sala, nos levantamos esta mañana y ya no estaba.

—De acuerdo, eso sin dudas me preocupa. Pero tengo una duda. —Michael se incorpora y señala las suturas— ¿Por qué un hilo de lana tan grueso? Es muy incómodo y no creo que sea seguro.

—Bueno, tendrás que soportarlo —Javier se le acerca con la bola de estambre—, porque era esto o convertirte en la comida de la mascota de Misterio.

—Veo que les encanta invocar al diablo —interrumpe Misterio con una sonrisa leve—. Me sorprende su masoquismo.

—¡Cállate idiota! —exclama Taylor cuyo rencor piensa mantener hasta el fin de sus días—. ¡Nunca te perdonaré por lo que le hiciste a mi hermana!

—Se lo merecía, y no me arrepiento —le responde Misterio sin inmutarse—. Ella sabía que algo pasaría si no acataba las órdenes. Y recuerdo haber sido muy claro con eso.

—¿Por qué eres así? —le pregunta Nicole entre lágrimas.

—Yo intento ser una buena persona, pero al ver lo estúpidas que son se me pasa. Ahora, sigamos con lo que realmente importa.

Misterio actúa con frialdad, sin importarle cuan lastimadas estén sus víctimas física y mentalmente, ya que su tortura es solo parte de su objetivo.

—Para comenzar con esto, les sugiero que vuelvan a la sala principal.

—¿Es idea mía, o este tipo se está haciendo cada vez más confuso? —Se pregunta Manuel en voz baja, cerrando la puerta del dormitorio.

Ya en el lugar. Los jóvenes han quedado atónitos, ya que ninguno tenía en mente que algo así llegaría a pasar. Aunque, para algunos esto no es del todo una sorpresa porque después de todo, estos desafíos o retos son planeados por un ser igual de impredecible que podría hacer que al despertarse, se encuentren en un granero a más de veinte kilómetros de distancia.

—¿Qué rayos le acaba de pasar a la sala? —Jackson es uno de los muchos que no logra comprender cómo es que, a pesar de que se descuidó para ir a ayudar a su amigo tan solo por unos minutos, toda la sala se transformó en un escenario digno de uno de esos concursos de premios que habitualmente pasan por la televisión los fines de semana.

La superficie de la sala ha sido reemplazada por una clase de piscina llena de una sustancia cuyo color es verde limón. Si bien la piscina es de gran tamaño, no abarca todo el espacio del suelo. Y sobre dicha piscina, hay una cuerda gruesa que está siendo sujetada por dos soportes que aparentan estar hechos de madera, aunque examinándose más a fondo, se puede notar que en realidad están hechos de acero.