A Inma le acaban de romper el corazón.
Sin embargo, a pesar de no estar del mejor humor, termina saliendo de fiesta para celebrar el cumpleaños de su compañero de piso. Lo que no espera es que el camarero le llame tanto la atención y, mucho menos, s...
"Lo triste es que se amaban el uno al otro, pero ambos eran demasiado jóvenes, para saber amar".
El principito.
Cinco años antes...
Estaba ahí sentada observando su perfil sereno. La brisa del invierno revolvía su pelo castaño. La ciudad se encontraba bajo nuestros pies. Desde esa colina se veía todo muy pequeño. Apenas se podían distinguir las personas caminando por la calle. Los coches que pasaban por la carretera parecían de juguete.
El silencio que reinaba a nuestro alrededor no resultaba ser incómodo, pero si aterrador. Era su último día en la ciudad. Y no sabíamos cuándo iba a volver o si siquiera volvería alguna vez.
Algo que me aterraba incluso más que no volverle a ver era olvidarme de él. De su nariz recta, su sonrisa torcida, sus rizos castaños y sus ojos gris ceniza. Me aterraba pensar que por una vez que creía haberme enamorado de alguien, esa persona desaparecería de mi vida y se sumergiría en el olvido de mi memoria.
Y, sin embargo, en ese momento todo aquello daba exactamente igual.
De reojo observé como su mano iba acercándose a la mía con cautela. Una tímida sonrisa comenzó a formarse en mi rostro mientras que él iba acortando la distancia entre nosotros. Su mano y la mía se entrelazaron y sin poder evitarlo me sonrojé. Su sonrisa torcida se dibujó en su cara. Le pegué un pequeño golpe en el hombro con la mano libre.
—¿Por qué sonríes?
—¿Por qué te sonrojas, Inma? —preguntó, finalizando con un pequeño gallo.
Sí, estábamos en esa época de la adolescencia donde mis atributos comenzaban a aparecer mientras la voz de él hacía extraños sonidos de vez en cuando.
—Pirqui ti sinrijis —lo imité. Aunque enrojecí más que antes. Su sonrisa únicamente se amplió.
Mi mirada y la suya se encontraron. Y nos mantuvimos así, observándonos el uno al otro, grabándonos en la mente cada una de las secciones del rostro. Cómo si así nos pudiésemos asegurar que no nos olvidaríamos de ella. Que nos recordaríamos a pesar de la distancia y el tiempo.
De forma inconsciente, comenzamos a acortar la distancia entre nosotros dos. Su nariz rozando la mía. Su aliento entremezclándose con el mío mientras su mirada vacilaba entre mis ojos y mi boca. Me mordí el labio inferior. Su mano soltó la mía para acunar mi rostro y pegar nuestras frentes. Bajé mi mirada a sus labios entreabiertos.
Incliné la cabeza hacia delante, sellando la despedida con un último beso. Mis dedos se adentraron en su cabello mientras que su mano libre se anclaba en mi cadera, acortando los pocos centímetros que todavía había. Y no sé si transcurrieron minutos, horas o segundos, pero al separarnos teníamos nuestras respiraciones agitadas y mi cuerpo pidiendo más de aquel contacto.
Sabiendo a la perfección, que realmente, iba a ser la última vez que sucedería.
O eso creía.
Publicado el 13/09/2020
N/A: Bueno, pues pondré una canción al principio del capítulo porque o la letra representa la escena, porque me recuerda a ella o porque he escrito escuchandola. A veces, incluso saldrá nombrada en el capítulo. No es obligatoria escucharla pero me hacía ilusión compartirlo jeje.
(Estoy abierta a recomendaciones. Si una canción os recuerda a TAYM no dudéis en ponermelo xd)
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