Capítulo Doce

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Capítulo dedicado a kim_lou-jones aquí tu dosis de drama, amiga jiji 🤭💕

(Canción: Corazón mármol de Alice Wonder) 

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Queda menos de un mes para que empiecen las vacaciones de Navidad y yo ya estoycontando los días para disfrutar de esas fechas. Echo de menos la época de instituto cuándo vivía con mis padres porque todos los findes de semana de este mes y el siguiente nos íbamos a esquiar o en mi caso a hacer snowboard y creo que era de las pocas cosas que si disfrutaba hacer en familia. Invierno es sin duda mi estación favorita y la lluvia y la nieve podrían estar presente durante los 365 días que yo no pondría quejas por ello.

Escondo mi rostro bajo mi bufanda. Siento la nariz fría y seguramente esté rojiza por las bajas temperaturas. Estoy de camino al aula de mi querido profesor Palacios y es la primera vez que llego tarde. Ando de forma rápida, pero sin llegar a correr, aunque es lo que más deseo. Hace dos semanas que presentamos la primera parte del trabajo y ahora debemos presentar la segunda parte dónde consiste en que expliquemos cómo vamos a organizar el mobiliario y los trabajadores que tendremos bajo nuestro mandato. Teo y yo nos hemos involucrado bastante en este trabajo. Tanto cómo que hemos hecho entrevistas a trabajadores de hoteles cercanos e incluso directores y dueños de estos.

Ha sido interesante conocer sus vivencias y los comienzos que tuvieron ellos. Incluso ha habido un director que se ha ofrecido a dejarme hacer las prácticas en su hotel y no he sido capaz de decir que no.

«Sería muy idiota si lo hiciese».

Estoy a nada de tocar la puerta del aula cuándo esta se abre abruptamente. De ella sale una chica tapando su boca con la mano y se marcha del aula dando arcadas. Joder.

No pierdo el tiempo y entro en la clase. Toda la atención cae sobre mí y la pareja que estaba exponiendo su trabajo se calla repentinamente por mi interrupción.

—Perdón —murmuro avergonzada.

El señor Palacios hace un asentamiento de cabeza. Subo las escaleras hasta llegar a dónde me suelo sentar. Teo está al lado de mi silla vacía y lo veo temeroso. Me siento en mi sitio y veo como el alivio se refleja en su mirada.

—¿Qué pensabas? ¿Qué te iba a dejar tirado? —susurro.

—Por un momento, sí.

—Me ofendes, señor Teo.

—Y a mí por su culpa casi me da un infarto, señorita Inma —sigue la broma.

Nos intercambiamos una sonrisa antes de pasarnos entre nosotros los apuntes y la información que vamos a tener que presentar. No debería estar tan nerviosa porque ya expuse en su momento la primera parte del proyecto, pero Palacios en la última clase decidió avisarnos que estos hipotéticos hoteles se podrían llevar a cabo si se organizasen bien y ha sido como poner más presión sobre mis hombros.

La pareja termina de explicar. He llegado justo a tiempo porque los siguientes somos nosotros. Respiro un par de veces profundamente. Siento cómo las manos me tiemblan por el nerviosismo y las sacudo intentando quitar esa sensación de mi cuerpo. Esta vez el primero en explicar es Teo cosa que me beneficia para poder sosegar mis alterados nervios.

Mi compañero es capaz de dejar la timidez y el nerviosismo atrás para hablar con claridad y fluidez. Voy pasando las diapositivas al ritmo de su explicación mientras por el rabillo del ojo observo a mi profesor. Su atención está centrada por completo en Teo y me fijo en el atisbo de sonrisa que se forma en su rostro envejecido y me gustaría creer que eso es una buena señal.

Tres amores y medio | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora