(Canción: Distant de Tate Mcrae)
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Estoy nerviosa por ver a mi hermana de nuevo. No sé por qué. Bueno, en verdad sí sé por qué, porque he estado evitándola por dos meses. Igual que a todo el mundo, pero al menos hablaba con monosílabos a mis compañeros y le contestaba a Lara cuándo me llamaba, sin embargo, a Eva la he ignorado por completo. Por un buen motivo, eh. Estaba cagada.
Sí. Cagada. ¿Sabéis cuántas veces me había dicho mi hermana que Edu no era bueno para mí? Supongo que os podéis hacer una idea. Así que cuándo al día siguiente de la ruptura volví a mi casa hecha un desastre y con los ojos hinchados por haber estado llorando toda la noche no tardó en llegar a una conclusión ella solita. La última semana en casa de mis padres la pasé en silencio, contando los días para volver al piso con ellos. Mi hermana respetó que no quisiese hablar del tema, aunque seguramente se acabó enterando por Lara, que es muy bocazas cuando quiere.
Me retuerzo los dedos mientras camino por las calles del centro. Aprieto la coleta baja porque siempre se me acaba soltando y me recoloco el bolso. Estoy muy nerviosa.
«Es Evita. Además, estoy en un lugar público no me va a gritar mucho, ¿no?»
Veo el gran cartel dónde descansa el nombre del cine y que este está iluminado, aunque todavía no es de noche, pero no tardará en oscurecer. Escondo mis manos en el abrigo azulado por el frío viento que comienza a haber. Estoy tan distraída intentando tranquilizarme que no es hasta que la tengo delante de mí cuando me percato de su presencia.
Su melena castaña y ondulada está por debajo de su mandíbula y rebota según sus pasos. Sus grandes ojos verdes resaltan sobre su tez bronceada. Los tacones le añaden ese par de centímetros que nos faltan a ambas y el conjunto de pantalón y chaqueta hace que yo parezca una vagabunda a su lado.
—¡Inmuqui! ¿¡Pero qué te has hecho en el pelo?! —Su cara de alegría pasa a ser de sorpresa, para acabar siendo de confusión.
—Mar me lo tiñó de rubio —respondo ruborizándome porque ha usado ese tono que solía usar nuestra madre cuándo no le habíamos dicho algo.
—Vale, he formulado mal la pregunta —dice con un tono demasiado tranquilo—. ¡¿Por qué te has hecho eso?!
«Ya sabemos quién es la dramática de las dos».
—Eva, la gente está empezando a mirarnos —mascullo totalmente colorada.
Mi hermana me ignora deliberadamente.
—¿¡Cuándo pensabas decírmelo?! ¡Ni una mísera foto! —Empieza a quejarse sola porque yo estoy más centrada en la gente que está a nuestro alrededor.
«Tierra trágame».
—¿No vas a decir nada o qué?
Parpadeo un par de veces, centrando la atención de nuevo en mi hermana mayor. Esta me mira enarcando una ceja en espera a que diga algo.
—¿Vas a seguir con tu monólogo?
—¿Mi monólogo?
—Llevas cómo cinco minutos quejándote porque no te avisé que me teñí el pelo teniendo veinte años.
A Eva parece que el cabreo repentino y dramático pierde fuerzas, pero no tarda en erguirse de nuevo, sonriendo de una forma que no me gusta nada.
—Te he echado de menos, hermanita. —Y, mientras lo dice, comienza a acortar la distancia entre nosotras y me abraza.
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Tres amores y medio | 1
RomanceA Inma le acaban de romper el corazón. Sin embargo, a pesar de no estar del mejor humor, termina saliendo de fiesta para celebrar el cumpleaños de su compañero de piso. Lo que no espera es que el camarero le llame tanto la atención y, mucho menos, s...