Capítulo dedicado a Mayig_perez, gracias por tus mensajes del otro día; eres súper linda. <3
(Canción: Feel something de Bea Miller)
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Estoy mirándome por última vez en el espejo del asiento del copiloto. Observo como mi pelo rubio ceniza —que era castaño y que solía ser ondulado—, ahora está alisado gracias a mi amiga Mar. También voy maquillada con la sombra de ojos y el pintalabios que me ha prestado. Aunque ha logrado que las pecas no se oculten con la base, cosa que agradezco porque ya poco me reconozco con la sombra negra que ha elegido. Cierro el espejo y me percato de que las manos me tiemblan por los nervios. Hacía mucho tiempo que no salía y parece que es la primera vez que voy a salir de fiesta cuándo no es así. Apoyo las manos en mi regazo. Me fijo en el vestido azulado y ceñido que ha conseguido recuperar Iván del fondo de mi armario.
Miro de reojo como mi compañero de piso Hugo no deja de repiquetear los dedos en el volante mientras tararea la canción que está sonando en la radio. En los asientos de atrás está Mar con su cabello rojizo y rizado resaltando sobre su tez clara y a su lado se encuentra Iván con una de sus camisas hawaianas. Vuelvo a desviar la mirada al frente al ver que llegamos a la discoteca. Un edificio con el techo plano y con una fachada oscura que se matiza con la oscuridad de la noche, consigue resaltar las luces neones que forman el nombre de esta.
Hugo aparca el coche en un descampado que hay un par de metros calle debajo del establecimiento y andamos hasta llegar a la entrada de esta. En la fila de gente que hay esperando para entrar soy capaz de localizar a Lara con su melena larga y castaña, su estatura alta que ahora es incluso más por sus tacones y el vestido corto que resalta su delgadez. A su lado está Miriam, su novia, con su peculiar pelo azul atado en una coleta alta conjuntado con una camisa del mismo color.
Empezaron a salir hace menos de un mes y nunca había visto a mi amiga tan a gusto en una relación hasta ahora. Lara pega saltos al verme —no sé cómo no se cae por los taconazos— y agita las manos, aunque una la tiene entrelazada con su novia. Esta la mira entre avergonzada y divertida por la situación
—¡Pero mira quién ha venido hoy! —grita mi mejor amiga al verme llegar. Desenlaza su mano con la de Miriam y me abraza con fuerza. Empieza a pegar saltitos de nuevo, mientras sigue abrazándome.
Miriam la aparta de mí, para abrazarme como una persona normal.
—¿Qué tal, Inma? —me pregunta Miriam con más tranquilidad.
—Bien, bien.
—Menos mal que habéis llegado vosotras antes que si no, no entraríamos nunca —se queja Hugo a mi lado. Se pasa una mano por su melena rubia, despeinándolo por el agobio.
—¡Deja de tocarte el pelo, pesado! ¿Para qué me pides que te lo peine si te lo vas a despeinar? —se indigna Mar apartándole la mano a Hugo de su pelo de malas formas. El otro bufa molesto mientras que el resto los observamos divertidos.
Estos dos también harían buena pareja si quisiesen. Iván me mira alzando y bajando las cejas sabiendo que yo estoy pensando lo mismo que él. Aunque nos distraemos cuándo Mar y Hugo comienza a discutir, como siempre.
El chico de melena rubia se queja de nuevo sobre mi amiga de cabellos rojizos. Iván y yo bromeamos por lo bajo mientras que Lara y Miri hablan entre ellas inmersas en su propia burbuja. Media hora más tarde logramos entrar a la deseosa discoteca.
Si el exterior llamaba la atención, el interior no se queda atrás. Las paredes están pintadas a rayas en blanco y negro, que se tiñen según el color de las luces de la pista de baile. En la parte delantera hay una gran mesa de mezclas dónde una chica con una gorra negra y unos cascos azules está pegando botes con una energía que ya me gustaría tener a mí. En la parte de atrás, muy cerca de dónde nos encontramos ahora hay una barra negra que rodea una gran estantería acristalada llena de bebidas alcohólicas. Los camareros y camareras van de un lado a otro con vasos, bandejas y... ¿cubos?
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Tres amores y medio | 1
RomanceA Inma le acaban de romper el corazón. Sin embargo, a pesar de no estar del mejor humor, termina saliendo de fiesta para celebrar el cumpleaños de su compañero de piso. Lo que no espera es que el camarero le llame tanto la atención y, mucho menos, s...