Capítulo 11

1K 96 10
                                    

Alba deslizaba las manos por el cuello de Jorge cuando sintió el móvil vibrar en su bolsillo.

Dio un respingo, apartándose un poco de él, pues le extrañó recibir un mensaje a esas horas. Sacó el teléfono algo inquieta, pensado que igual le había surgido algún problema a su hermana. O que tal vez podría tratarse de Amelia, su jefa, escribiéndole desde Nueva York. Le había escrito algunas veces a esas horas de la noche, debido a la diferencia horaria, aunque nunca en fin de semana.

Su cara pasó expresar nerviosismo a asombro al leer el mensaje que acababa de llegarle, sobre todo, tras ver el nombre de la persona que lo enviaba.

Ni en mil vidas se habría imaginado a Natalia Lacunza escribiéndole un Whatsapp.

Y mucho menos, un domingo por la noche.

-¿Va todo bien?- preguntó Jorge extrañado, tras estar un rato callado de observando sus reacciones.

-Eh...Sí, sí- asintió, alejándose levemente al ver que hacía el amago de volver a acercarse- Es que acaba de llegarme un mensaje de trabajo, y tengo que preparar unas cosas para mañana- mintió.

Lo cierto era que estaba deseando subir a casa lo antes posible.

-Trabajas demasiado, rubia- dijo inclinando el cuello ligeramente, poniendo una sonrisa que dejaba desalmada a Alba cada vez que la veía- Bien, entonces supongo que tendremos que despedirnos por hoy- susurró acercándose más para acabar besando sus labios con delicadeza.

-Buenas noches, Jorge- se separó de él con una sonrisa- Nos vemos pronto.

-Muy pronto, espero- la despidió cogiendo su mano y dejando un beso sobre sus nudillos, antes de marcharse para dejar a Alba subir a casa.

Alba se quedo unos segundos parada en el portal, viendo como Jorge se alejaba con gesto distraído. En seguida volvió al estado de inquietud que le había provocado el mensaje de Natalia, al fijarse en la pantalla del móvil para mirar la hora.

Se metió en el ascensor y subió, cuestionándose si debía contestarle ya o esperar a mañana. Respiró profundamente unas cuantas veces antes de entrar en su piso.

Bueno, apenas son las 11 y media. No es tan tarde ¿no?

Dejo con despreocupación las llaves y el bolso sobre la mesita de la entrada y se tiró en el sofá con el móvil entre las manos.

Natalia

Alba, me parece que voy a necesitar un poco más de ayuda para decidirme.

Alba

¿No fue suficiente con la pista que te dí?

Yo creo que estaba bastante claro.

Dejo el teléfono a un lado con una tímida sonrisa asomándole en el rostro y se desperezó. Tras un corto momento su móvil volvió a sonar avisándola de la respuesta de la morena.

Natalia

Siento informarte de que no

Será que esto del arte no es lo mío

Alba

Te dije que confiaras en tu intuición

Natalia

Mi intuición parece ser que está de vacaciones

Alba

Algo te habrá dicho

Natalia

Te prometo que no

Primeras impresionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora