Capítulo 9. Inferioridad, control, obediencia y sumisión.

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ADVERTENCIA Y NOTA DEL AUTOR

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ADVERTENCIA Y NOTA DEL AUTOR

Por respeto a ti lector y apoyando las normas, reglas emitidas por Wattpad debo y quiero aclarar lo siguiente:

En éste capítulo encontrarás una lectura con contenido de lenguaje soez, escenas de manipulación física, psicológicas y descripciones con trasfondo crudo. Con todo el respeto que usted como lector se merece le recomiendo sinceramente detener la lectura si no está en condiciones de afrontar este tipo de contenido. Está enfocada a lectores con estabilidad mental y mayores de 21 años.

Sobre todo quiero dejar en claro que No apoyo las vivencias reflejada en esta obra ni mucho menos las acciones tomadas por el personaje Krov'.

La integridad del ser humano sea cual sea su género, raza, credo, edad o condición social, material o emocional son y deben ser respetados resguardando toda su dignidad. 



Las imágenes que llegan a mi mente logran el cometido de liberarme del estrés provocado por Susanne. Me estiro recordando que mis mejores momentos los vivo una vez al mes en mi casi matrimonio con Sarka, nos va de maravilla durante las pocas horas mensuales que pasamos juntos, las cuales son suficientes para hacerme una idea de lo que hubiese sido mi vida sin la mafiya, ¡diablos!, ¿qué sería de la bratva sin mí?, nada, una mafia más, una más del montón.

Las reminiscencias arropan mi mente y me dejo llevar; Para el tercer mes lo primero que hice al acostarme al lado de Arinka, mi Sarka fue colocarle como ya era costumbre su aro de matrimonio; los diseñé pensando en ella, mi mujer. Son dos bellos aros; uno de níquel, el que me representa y otro de plata, su metal preferido, que se entrecruzan, para darle un toque femenino le hice colocar una costosa gema de rubí para ella y zafiro para mí. Esa noche volvimos a dormir desnudos con nuestras piernas enrolladas y su espalda llenando mi pecho a la perfección. Al estar consciente que sólo me restan dos clandestinas visitas más, decido extender mi permanencia lo más posible casi hasta el amanecer.

Ya mucho más relajado me encamino para imponer mis condiciones a Susanne, le entrego el helado de pistacho, el cual sé que odia. Sin embargo, lo acepta a regañadientes, pues ha entendido mi advertencia hecha minutos atrás. Me siento a su lado, le retiro suavemente el helado de sus labios y procedo a comer un poco de él, sabiendo que ella caerá rendida ante tan ridículo gesto de amor.

—Ahora te impondré mis condiciones —proclamo, aprovechando que ella está perdida en una nube peripatética de romanticismo, que desde mi punto de vista esconde una gran tormenta.

>>Debes entender que en cuanto me aceptes en el altar, dejarás de ser una integrante de la cosa nostra y pasarás a ser una futura líder de la mafiya. Serás fuerte, implacable y dispuesta a todo por quienes serán tu familia. Eso quiere decir que tú, Susanne, desde ese mismo instante tendrás como única prioridad en tu vida; a mí, tu esposo, y en algún momento si yo lo decido nuestra descendencia. Tu persona, tu ser, tu esencia misma serán de mi propiedad, tu cuerpo, alma y espíritu lo dedicarás exclusivamente para complacer mis gustos, apoyar mis decisiones y obedecerme. No habrá mayor fuerza o enlace emocional que ese, ni tus padres, hermanos, nadie. —exijo claro y déspotamente, recalco el "tú" para que en su cerebro se empiece a fijar que ella es mi subordinada.

EL AROMA DEL PODER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora