El control nace del poder de retar al destino y hacer nuestra propia voluntad sin importarnos el daño colateral que surja de ello. Es por eso que reconozco el éxtasis que encierra el poder controlar el destino de mi descendencia lo que es tan gratificante como el sexo salvaje. Por lo que estar en un "matricarcel" no es un impedimento para disfrutar de poseer otros cuerpos, total; el daño colateral que estoy por provocar no es mi problema.
LIVIACFM
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EL AROMA DEL PODER.
RandomNo me creo un dios que decide quien vive sino un diablo que sentencia quien muere. De su vientre nacerá sólo mi descendencia aunque sea yo quien escoja el momento y las condiciones del embarazo. Me importa una mierda que ella sea ajena y est...