La fiesta de Vincent se acercaba cada día más, mientras más días pasaban menos ganas tenía de ser parte de esta, ni siquiera quería ir pero ya se había comprometido con él y no le gustaba mucho defraudar a la gente, cuando ya había dado su palabra . Su papá la había criado de una línea, si decía que sí era si, y si decía que no, era no. Por eso a Britta le costaba ser tan espontanea, no dudada mucho de sus decisiones, prefería evitar altercados en su vida y generalmente terminaba pasando todos los fin de semanas en casa, lo cual tampoco es que le importara mucho.
La fiesta sería el día de mañana, Sábado, ese día en el colegio estaba más inquieta de lo normal, no lograba concentrarse en las clases o en lo que decían sus compañeras. Su colegio era solo de mujeres, al lado de este estaba el colegio de hombres pero aún así, sus compañeras mataban por la presencia de estos pero para sus otras compañeras que gustaban de su género no era un problema muy grande, ella, no le importaba mucho. Nunca se intereso tanto por tener a un hombre al lado, por ser besada y lo que viene después. Aunque todo había cambiado el verano pasado.
El verano pasado, habían pasado el verano juntas con la familia de Sam, tenían un bello departamento frente al mar, por lo cual, los papas de Sam no les importaba mucho si volvían muy tarde de las fogatas, porque literalmente estaban frente a estas y las fiestas solían hacerse en la playa. Sam estaba muy emocionada una noche en particular, había sido avisada por su actual amor de ese entonces de su llegada, lo cual dio como resultado, una tarde entera de shopping, para encontrar el look perfecto para el amor de Sam, a lo cual le decía Britta, que no tenía que preocuparse mucho por su look, ya que él la quería ver a ella no a su ropa.
– Britta, no es ropa para él, si no para mí, es encontrar algo con lo cual sus ojos no se puedan apartar de mí y yo sentirme de lo mas bien por verme espectacular en ello – había respondido Sam.
Lo cierto era que muchas veces subestimaba a Sam, muchas veces podía ser una perra superficial pero otras veces, parecía un ser humano bastante cuerdo. Luego de encontrar una blusa blanca transparente que combino con un crop top negro y unos shorts blancos, se lanzó a la noche. Al principio Britta, estaba junto a ella, tomando un poco de cerveza, se le perdió de vista y como no podían volver solar al departamento, se quedo frente a la fogata, mirando y esperando. Con la llegada de un grupo nuevo a la fogata, alguien se había sentado junto a ella, le comenzó hablar de cualquier estupidez que se le ocurría para hacerla reír, no le gustaba mucho hablar con personas que no conocía por eso, tenía un grupo tan reducido y si no fuera por Sam, sería aun peor.
Al pasar el rato o quizás por las cervezas, se sentía más cómoda con el grupo de recién llegados, que en su mayoría eran hombres, los cuales aparentaban ser un poco más cuerdo, que la mayoría de idiotas que conocía. Así estuvo un buen rato, conversando con él, hasta que sin darse cuenta, se estaban besando.
Aquel verano fue su primer beso con un desconocido que no volvió a ver más, hubiera deseado ese final, antes de descubrir que iba a ser primo de Sam, ese verano conoció a Toby y se sentía enamorada de él, hasta que conoció a Robert, pero con él todo había sido complicado, luego de que le enseñara a besar y se besaran hasta el amanecer, a la noche siguiente, no la tomo en cuenta y así hasta la última noche que estuvieron en la playa, donde se encontraron todos en el departamento de Sam. Esa noche Toby, la había llevado a la habitación donde dormían para besarla apasionadamente en la cama.
Recordaba que él había cerrado la puerta sigilosamente mientras, la apoyaba en la misma y la besaba, sin saber muy bien cómo responder, porqué había deseado que la besara cada noche de ese verano, pero a la misma vez enojada porque no lo había hecho, corrió su cara para que no la pudiera besar pero él la había tomado suavemente del cuello, para poder besarla mejor. Al probar sus labios se había dado cuenta que sabía un poco a alcohol, estaba borracho pero quería besarla y ella a él. Así que continuó besándolo, hasta que el la empujo a la cama donde dormía Sam y él se acostó al lado de ella.
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Aquí conmigo
RomanceBritta esta por cumplir los 18 años, no se siente cómoda con su cuerpo, esta en una relación que odia y para peor, aún es virgen. En un viaje familiar de emergencia a casa de su abuela. conocerá a un invitado muy especial, que le terminará robando m...