Aquí conmigo

No debería pero lo hago

A la mañana siguiente de la borrachera controlada con Sam, Britta se dedico a vagar por la casa sin saber muy bien que hacer, quería ver alguna película pero no tenía el suficiente animo, pensó en ver The office, era una opción muy segura para pasar un buen rato pero no quería lo seguro esta vez, no por ahora.

Resulta que un par de horas después de la conversación con Sam, se fueron a dormir, no fueron conscientes cuando su padre llego a la casa, hasta que entro a la habitación con jugo de naranja recién exprimido

– para mis princesas alcoholicas – Anunció Julian al entrar a la habitación

Britta, abrió un poco los ojos, le dolía un montón la cabeza y tenía mucha mucha sed pero volvió a cerrarlos, su padre, se acerco para sentarse en la orilla de la cama, pasandole el vaso

– bebe un poco Bri, luego puedes seguir durmiendo, le traje a Sam también – mirando a su amiga que en ese momento estaba en cualquier lugar menos allí.

No fue hasta la noche de ese día que fue consciente lo había hecho en la mitad de la noche anterior, había pasado la mayor parte del día durmiendo y cuando habían regresado en cuerpo y alma a la normalidad, habían ido a comer una hamburguesa con papas cerca de su café favorito. De regreso a casa, Britta, había vuelto feliz pero se había dado cuenta que no le gustaba mucho estar borracha, no por la ebriedad si no por las consecuencias de esta, aún sentía su cuerpo cansado y se sentía bastante agotada.

Al llegar a la casa, su padre le había dicho que había encontrado su celular junto a la piscina y que le agradeciera a la vida que no le había pasado nada malo. Recién en ese momento recordó y sonriendole a su padre se lo quito de las manos y subió corriendo a su habitación. Le había escrito pero no recordaba muy bien que le había dicho en el mensaje, se sentía nerviosa. Si le había respondido, cual sería su respuesta puesta, sería una respuesta buena, sería un respuesta mala. Espero que su celular tuviera suficiente batería para prenderlo y prendió un cigarrillo. Se fue directamente a los mensajes. Nada.

No había ninguna respuesta, no sabía muy bien como sentirse ante ello. Había visto su mensaje pero no había ninguna respuesta ¿que significaba esto?

Solo dos posibilidades pasaban por su mente, Realmente estaba jugando con ella y prefirió no enfrentar la situación o faltaba una respuesta por llegar.

Sabía que no había posibilidad para este amor, como era posible que hubiera pasado, aún no entendía la forma en la cual había sucedido todo. Sentándose en la cama, busco la única solución para los dolores del corazón, su santa patrona Lana del rey, quien últimamente, había sido su gran aliada junto con Sam. No sabía que hacer, porque de cualquier forma todo saldría mas, si realmente Robert, sintiera algo por ella, no había posibilidad de transformarlo algo real y si solo hubiera sido un juego, su corazón, sería el mas afectado. Muchas veces hubiera deseado seguir colgada del idiota de Toby, bueno claramente antes de saber que era un idiota.

No sabía que hacer, sabía que en sus pensamientos no encontraría ninguna respuesta, de las suposiciones no se puede saber nada, hasta que los hechos estén frente a tus ojos, cada vez quedaba menos para el viaje donde Cristina. Solo dos semanas.

Finalmente decidió salir, necesitaba pensar, porqué si fuera por ella, hace rato hubiera sido voluntaria de sus fantasías pero una parte de ella, sentía que era traicionar su imagen de niña frente a su familia, jamas se había sentido así, quizás su familia la apoyaría pero sabía que no había forma que eso fuera funcionar. Estaba pensando mucho. Sam siempre decía, no lo pienses mucho Brittany porque si lo piensas demasiado, ya no puede estar después.

Camino hasta llegar a la cafetería, estaba Vincent de turno, su cara pareció iluminarse cuando la vio llegar, ella lo saludo tímidamente y camino hacía su mesa de siempre. Dejo su mochila en la silla junto a ella, sacando un libro y sus cigarros, sabía que en cualquier momento llegaría él a pedirle la orden.