Aquí conmigo

Dejame soñar

Al regresar, se encontró con Sam esperándola en la entrada del departamento, no alcanzo a decir una palabra antes que su amiga hablara primero.

– Cuéntamelo todo

Estaba muy emocionada por todo lo que había vivido la noche anterior pero sentía que toda emoción que tenía en ese momento no tenía sentido, era un sentimiento que solo ella estaba viviendo y que no tenía mucho sentido hablarlo en voz alta pero como su amiga insistía tanto le comenzó a contar. Fueron a la terraza para estar mas cómodas y comenzó hablar por fin, para el alivio de su amiga.

Es raro, ¿sabes? Dijo Britta, lo que estoy viviendo, se que siempre te digo esto, desde que el llego a mi vida, no he parado de dudar ni un segundo esto, porqué tengo miedo Sam, tengo miedo. No miedo por el que dirá la gente si se llegará a enterar sino de no poder lidear con este amor que cada día me consume. Es como si cada vez que estoy con él me perdiera un poco mas. Tal vez no lo ame realmente, tal vez solo sea que soy muy joven y al ser la primera muestra de amor sincera no sepa lidiar con ella. Pero no me gusto cuando estoy queriendo a alguien. Es estúpido, lo sé pero no me gusta perderme pero tampoco puedo dejarlo. Es como una droga de la cual soy tan adicta que él es mi única cura.

– por dios, que profunda Hunt

Britta no dijo nada, solo exhalo el humo de su cigarrillo

– pero ahora puedes hablar de la parte importante – le dijo su amiga picaramente

sus mejillas se enrojecieron

– ¿Como lo supiste? – le pregunto

– bueno, no es que sea una Sherlock Holmes pero sabanas en la secadora – le comentó mientras le apuntaba hacía la lavandería – sospechoso

– esta bien, te contaré

No había sido la experiencia mas dolorosa de su vida pero si había sido terrible en ese momento particular, aunque antes de eso dijo entre risas, lo había sentido muy placentero. No te voy a mentir le decía su amiga, ahora entiendo porqué te gusta tanto, él andar buscando alguna pareja una que otra noche.

– Brittany por dios – dijo con extremada exageración – me dejas como una suelta – se rió – solo a veces.

Bueno, luego de eso, nos dormimos y ahora como veras, estoy aquí contigo luego de ir a desayunar y caminar un rato por la orilla del mar.

– aunque sabes lo que no me calza en todo esto – le dijo a su amiga

– Que cosa – quiso saber Sam

– que Robert solo esta de pasada, no entiendo que hace aquí particularmente, no tiene sentido.

Como que no tiene sentido dijo su amiga, claro que tiene sentido. Vino por ti. No lo creo dijo ella, aunque luego de pensarlo un par de minutos, Robert no tenía razón para estar allí.

– Sam, el hombre tiene que volver a Argentina con su Hermano.

– se me ocurre una teoría pero luego que lo pienso me parece un poco sospechosa la verdad

Sam le dijo que tenía la sensación que alguien de su familia le dijo a Robert donde estarían y que el decidió venir a despedirse de ti por última vez.

– crees que sea la misma persona que pensamos – le dijo a su amiga

– Si Britta, creo que tu abuela te acaba de ayudar a perder la virginidad.

La voy a matar o tal vez la voy a premiar, bueno, estaré con ella dos meses, tendré mucho tiempo para preguntarle si esto fue todo obra de ella pero antes necesito pedirte un favor. Necesito que me cubras y me disculpes por abandonarte en dos días.