Cuando menos lo esperas

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Al abrir la puerta y verlo ahí parado, no supo qué hacer, solo reacciono para preguntarle que estaba haciendo allí, a lo que Tobias, respondió que quería saber como estaba, Britta lo miró sin dar crédito de sus palabras y lo invito a pasar, mientras este caminaba a hacía la sala de estar, busco su celular y le escribió a su padre, que había recibido una visita y que estaba bien, su padre le dijo que cualquier cosa, lo llamará a él o a su hermano.

Cuando llego a la sala de estar, Toby estaba acariciándole la panza a Lucas, por dios Lucas era más o tan arrastrado como ella, en fin. Fue en busca de una taza de café y se sentó para enfrentar la situación. No es que fuera muy valiente emocionalmente pero cuando comienzas algún tipo de relación sea cual sea, se genera un poco de incomodidad en el ambiente y ella, de cierta forma, ya no temía enfrentarse situaciones incomodas.

– ¿Que estás haciendo aquí? – le pregunto Britta, era extraño preguntarle a su cara lo que por mucho tiempo siempre quiso preguntarle pero después de mucho tiempo no le importaba mucho tenerlo en su casa, que estaba pasando con ella.

Tobias, seguía acariciando a Lucas, quien estaba en la máxima gloria porque amaba que le rascarán su panza pero los dos eran conscientes que estaba evitando responder a la verdad.

– Sam me ha dicho que has conocido a alguien – respondió a secas para luego mirar hacía el jardín

Por dios, maldita Sam, ¿Por qué había abierto su bocota?

– No he conocido a nadie – respondió rápidamente, mientras el recuerdo de Robert pasaba por su mente

– No me mientas Britta, Sam me ha contado, que conociste a alguien en casa de tu abuela – comentó Toby

– Bueno, quizás he conocido a alguien, Tobias – enfatizando su nombre con gran exageración – pero de ser así, no tendría por qué ser de tu incumbencia – enfatizo

Él sabía que ella tenía razón pero no podía evitar sentir celos por ese tipo que ni siquiera conocía pero que lo hacía sentir un terror absoluto de perder a Britta.

La miro y le pregunto si podía quedarse a pasar el rato, Britta esa noche no iba a ser mucho, la verdad pretendía ver por milésima vez Orgullo y Prejuicio mientras comía pizza, de hecho era un plan perfecto que repetía cada fin de semana pero no, ahora el destino le mandaba hombres para desestabilizar su vida y ponía todo patas para arriba, cuando ella solo quería tranquilidad.

Lo miro y le respondió que solo podía quedarse un rato, solo un rato

– Tobias – lo miró seriamente – ¿qué quieres de mí? – le pregunto al rato, cuando ya estaban sentados en la terraza

No hubo respuesta.

No sabía que pasaba dentro de ella pero se estaba aburriendo de ser la burla de todos y varias noches las había dedicado a llorar por un amor irracional hacía Toby, mientras el idiota estaba de fiesta con sus amigos.

Cuando regresaron a la ciudad después de ese viaje a la playa, no tenía ánimos de nada, a pesar de todo ella era bastante feliz con su vida, muy pocas veces se sentía triste pero era su primera desilusión amorosa y fue terrible.

Recordaba su llegada, su padre la había recibido con un gran abrazo, mientras le comentaba lo mucho que la había extrañado y lo mal que lo había pasado con su hermano, que estaba a su lado, cuando había llegado, Simón lo había mirado feo y le había dicho que había sido el hijo favorito hasta solo hace un par de minutos. A pesar de que los había extrañado un montón, les había dicho que venía muy cansada del viaje y que necesitaba descansar un rato.

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