Un matrimonio arreglado, esa será la única forma en que Saint podría unirse a Zee. Ambos tienen mucho carácter y siempre chocan, además de que sus vidas son totalmente diferentes, sin embargo tendrán que aprender a entenderse.
¿Será su vida en común...
Era una noche realmente hermosa, así que Tommy salió a su balcón para respirar aire puro.
-¿Estás aquí fuera?-Escuchó tras de si.
-¿Có-Cómo has entrado en mi casa?
Jimmy sonrió y caminó hasta pararse a su lado.
-Tu padre me ha dejado subir...le he dicho que tenía algo que pedirte prestado.
-Tú siempre con tus mentiras-dijo el omega con pesar.
-¿Por qué estás tan molesto conmigo, Tom?, creía que ya habíamos superado esa fase.
El omega se giró y miró al alfa.
-¿Por qué no me dijiste que Zee estaba persiguiendo a Saint?, ¿Quieres seguir lastimándome verdad?.
Jimmy negó.
-Yo no estoy haciendo esto porque quiera hacerte daño, me gustas...sobre eso yo solo sé que tu amigo le gusta mucho a mi amigo.
El omega miró al cielo y entonces sonrió.
-Son preciosas las estrellas, ¿verdad?
El alfa asintió mirando al cielo también.
-A veces las envidio...ellas están ahí arriba, firmes, valientes, luminosas...ellas contemplan todos nuestros movimientos, nuestras alegrías y nuestros errores...Me gustaría ser una de ellas.
El alfa bajó la vista y entonces lo miró.
-Para mi ya lo eres, Tommy...tú eres la estrella más hermosa y luminosa de todas.
El omega lo miró y soltó un suspiro.
-¿Quieres tocar la guitarra como cuando eramos niños?
Jimmy asintió.
Rápidamente este tiró del joven alfa y entraron en la habitación, entonces cogió su guitarra y luego le dio otra a Jimmy.
-¿Qué te parece si tocamos Why ru?
El alfa asintió nuevamente y acto seguido tocaron la canción.
Al terminar, el alfa se acercó al omega e intentó besarlo pero este bajó la cabeza.
-Lo siento pero esto es muy nuevo para mi y no estoy seguro de si pueda confiar en que voy a ser el único para ti.
Jimmy asintió y le cogió las manos.
-Tranquilo, te entiendo...te he lastimado mucho pero descuida lo solucionaré...Tommy, te demostraré que voy muy en serio con esto.
(...)
A unos kilómetros de allí, en la cafetería de su hermana, Saint terminó su trabajo y debía regresar a su habitación.
-Adiós Tog, ya me voy.
-Hasta mañana, cariño...descansa.
Tras cerrar la puerta del local, este se encontró con alguien a quien no se esperaba ver.
-¿Qué demonios haces aquí, Zee? ¿Cómo has sabido dónde trabajo?-preguntó con molestia.
-Lo he averiguado.
-Pues vuelve por donde has ido, tú y yo no tenemos nada de que hablar.
El alfa suspiró con resignación.
-Joder, estoy intentándolo pero eres muy complicado.
-Está bien date prisa, solo te daré u cinco minutos... estoy muy cansado.
-Gracias.
Alfa y omega se sentaron en el bode del cerramiento, que pertenecía al edificio donde estaba la cafetería.
-¿De qué quieres hablar?-preguntó Saint algo molesto.
-Pues de ti y de mi, por supuesto...eres mi omega destinado y quiero que actúes como tal.
El omega entonces suspiró con fastidio y acto seguido se levantó para irse a casa.
-Hey todavía me queda tiempo, ¿A dónde vas?.
-No tengo nada que hablar contigo sobre eso, así que me voy... estoy muy cansado para aguantar tus estupideces.
El alfa soltó un sonoro resoplido y acto seguido se levantó sujetándole de un brazo, tiró de él hacia su cuerpo y finalmente, atrapó los labios de este con vigor.
El omega luchó por soltarse mientras que duró el fortuito beso, hasta que al fin lo consiguió.
-¡Estás loco!- le gritó-... ¡Eres un maldito psicópata!, ¡No vuelvas a hacer una cosa así nunca!.
Zee bufó con desesperación.
-¡Eres mi omega, maldita sea!- gritó también-...¡Sólo quiero lo que es mío!.
Saint ya se iba pero tras escuchar eso, se giró y lo miró con una inmensa furia.
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-Entérate de una buena vez, idiota...yo no soy ni seré nunca tuyo, porque tú tan solo me produces asco....Así que déjame tranquilo de una jodida vez o al final acabaré por golpearte.
-¡No lo haré!, ¿Me oyes?-volvió a gritar el alfa mientras lo veía alejarse-...¡Tú serás mío!, ¡Mío!, ¡Mío!, ¡MÍOOOOO....!
