Un matrimonio arreglado, esa será la única forma en que Saint podría unirse a Zee. Ambos tienen mucho carácter y siempre chocan, además de que sus vidas son totalmente diferentes, sin embargo tendrán que aprender a entenderse.
¿Será su vida en común...
En primer lugar, había sido su amigo Zee, él que había comenzado a faltar a clase desde hacía días y últimamente lo mismo estaba pasando con Tommy, al cual buscó incesantemente sin hallarlo por ninguna parte.
Tampoco contestaba a sus llamadas ni mensajes, ni lo veía en su balcón mirando al cielo, como tantas veces hacía.
Tenía la ligera sospecha de que este estaba retenido en su casa y estaba en lo cierto pues cuando decidió ir y llamar a la puerta, el padre de este no le dejo verlo.
...-Por favor señor, quiero ver como se encuentra, me preocupa mucho.
-Lo siento hijo pero el médico ha dicho que lo que tiene es muy contagioso y no puedo dejarte pasar-mintió Jab.
-Pero al menos dígale que me llame, que conteste a mis mensajes.
-Lo siento mucho pero tiene que permanecer en aislamiento total pero tranquilo le diré que has venido.
Desde su habitación, Tommy lo escuchó todo y muy triste cerró la puerta y se volvió a sentar en la cama, rompiendo a llorar una vez más.
-¿Qué puedo hacer?, yo no quiero irme...no quiero separarme de Jimmy lo amo.
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De repente se le ocurrió que podía mandar un mensaje al joven alfa, así que rápidamente se levantó y tras coger un papel en su escritorio, escribió unas líneas e hizo un avión.
Sin demora caminó hacia la puerta de su habitación nuevamente y comprobó que su padre ya no estaba en la puerta principal, así que corrió a su ventana, la cual durante días había conseguido abrirla un poco pues su padre la había bloqueado, este logró tirar su avión de papel.
Este cayó lejos de donde Jimmy se había parado y temía que este regresase a casa sin verlo.
-Mierda, ¿qué puedo hacer para que lo vea?... piensa Tommy, piensa-se dijo-...ah ya sé.
Apurado cogió una de sus guitarras, que su progenitor por suerte no le había quitado, se acercó a la ventana y comenzó a tocar como si la vida le fuese en ello.
El joven alfa ya sé encaminaba a su casa cuando escuchó la música.
-Es la canción...why ru?...es la canción que Tommy y yo tocamos ese día-dijo sonriendo.
Rápidamente dio un paso atrás y miró hacía la ventana de la habitación de este y entonces lo vio.
Tras detenerse, este le hizo un gesto de silencio con el dedo en la boca y con la otra mano le señaló el mensaje.
El alfa asintió y sin esperar más, en silencio y tras comprobar que Jab no estaba mirando se acercó al avioncito y lo recogió.
Tommy suspiró aliviado en cuanto este se lo guardó en el bolsillo y entró en su casa para no ser visto.
Rápidamente, Jimmy lo desdobló y pudo leerlo.
----------- Mi padre me tiene retenido pero casi he conseguido abrir la ventana. Esta noche voy a escaparme. Me quiere enviar lejos para que no estemos juntos pero yo te amo.
-----------
El joven alfa sonrió.
-Yo también te amo y ésta noche nos iremos juntos.
Luego de eso, cogió un bolso de deporte y metió algo de ropa, sus objetos de aseo y su pasaporte pues quería tenerlo todo listo para su espada nocturna.
Mientras en la casa de al lado, durante las horas, muy despacio y con paciencia, el omega fue consiguiendo su propósito de abrir la ventana hasta hacerse un hueco y poder salir.
Cuando ya pudo hacerlo, este que ya tenía su mochila preparada, cogió sus sabanas y otras prendas de ropa de su armario he hizo una especie de cuerda para poder descender hasta el suelo.
Pacientemente esperó a que su padre se durmiese y tras la media noche, salió por su ventana y descendió con cuidado por la improvisada liana.
Aliviado de no romperse nada, este sonrió feliz y corrió libre hasta el jardín de su vecino, donde algo intranquilo lo buscó.
-Hola pequeño-escuchó susurrar tras el árbol a su izquierda-...creí que ya no vendrías.
Sonriendo feliz este corrió hasta el alfa y entonces se besaron con pasión.
-Te amo, te amo.
-Yo también te amo pequeño.
Luego de eso, asintieron mutuamente y tras cogerse de la mano, corrieron todo lo aprisa que pudieron sin mirar atrás.
Cuando llegaron a la calle colindante, Jimmy le señaló su coche, el cual había dejado aparcado previamente y así poder huir más rápido y sin alertar a ninguno de sus progenitores.
