El amor todo lo puede ©

Capítulo 27

                 EL AMOR TODO LO PUEDE ♡

«Una hermosa pareja».

Narra Ethan

Abro mis ojos poco a poco y me quejo al sentir mi cuerpo un poco adolorido, Sam está dormida sobre mi brazo y ambos estamos tapados con una pequeña manta, no es lo que muchos deben estar pensando, no, entre Sam y yo no pasó nada, es solo que nos quedamos dormidos después de haber jugado a "preguntas y respuestas". El juego consistía en que debíamos tirar un dado y si el dado daba el número seis, quien tiraba iba a hacer la pregunta y el otro tenía que responder con mayor sinceridad. Ese juego surgió debido al aburrimiento, cuando Sam miró la primera escena de la película 365 días, pegó el grito en el cielo y dijo que no iba a mirar esa película conmigo, yo me burlé de ella diciéndole que seguro era porque le iban a dar ganas de lanzarse a mis brazos y ella quería asesinarme.

La miro dormir sobre mí y me siento el hombre más feliz del mundo porque, aunque ella esté con otro, el compartir ese pequeño momento me hace sentir especial. Sé que ella me ama, y lo siento mucho por el cabeza de ladrillo, pero yo no voy a descansar hasta que ella regrese a mi lado.

Escucho la puerta abrirse y rápidamente cierro mis ojos haciéndome el dormido, esto lo sé fingir muy bien.

—Míralos, sabía que iban a terminar juntos nuevamente ―dice Adam.

—¿No estás molesto? —Ali le pregunta sorprendida.

—¿Por qué debo estarlo? Sam lo ama, Ethan ha hecho hasta lo imposible por recuperarla, yo sabía que la ausencia de nosotros dos los iba a juntar a ellos.

—Hacen una hermosa pareja, ¿no lo crees amor? ―casi puedo imaginar a mi hermana mirándonos tiernamente.

—La hacen, así como tú y yo la hacemos ―ahora puedo imaginar a Adam queriendo besar a mi hermana, así todo empalagoso.

Ahora solo quiero vomitar por tanta miel.

—Ven amor, dejémoslos dormir, ya que escuchemos que se han despertado salimos de la habitación.

Y se van, Adam y Alisson se van a su habitación, realmente ahora sí me sorprendió la actitud de mi cuñado, jamás creí escucharlo decir esas palabras.

—Sam, Sam —le doy pequeños movimientos en su cuerpo para que ella se despierte, no quería despertarla, pero realmente mi brazo necesita un respiro.

—Cinco minutos más —dice ella y hunde su cabeza en mi pecho.

—Duende, duende, despierta ya ―le pico las costillas.

—¿Hmm? —ella se levanta poco a poco y talla sus ojos, hasta que por fin logra abrirlos y los abre más de lo debido.

—Nos quedamos dormidos —dice ella.

—Lo sé.

—Levántate ya, que si llega Adam y nos ve juntos va a querer matarte.

—Adam y Ali llegaron hace un momento.

—¿Y no te mató? —ella abre sus ojos aún más.

—Pues creo que no, haber dame un beso para que te des cuenta que soy real.

—Eres un tonto —ella ríe divertida y golpea mi brazo.

—¿Qué harás en el transcurso del día? ―cuestiono con la esperanza de que pueda surgir otro momento junto a ella.

—Supongo que regresaré a mi casa ―bosteza.

—¿Quieres que salgamos a algún lado? ―pregunto con temor a su rechazo y es justo lo que recibo.