Capítulo 26

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                      EL AMOR TODO LO PUEDE

"Solo uno"

Narra Sam

Papelitos con adhesivo pegados en mi casillero con notas con distintas palabras, un duende de peluche con un corazón que dice "El amor de mi vida eres tú", globos con helio en forma de corazón amarrados a mi asiento, un desayuno en una pequeña canasta que consiste de un capuchino de vainilla y un brownie, a un lado una rosa roja y debajo de la canasta, se encuentra una carta gigante. ¿Carta gigante? Bueno, en realidad, es una cartulina en forma de una carta y sé que solo hay una persona que pudo haber enviado todo esto.

Ethan Morris.

Sonrió como una tonta, porque no voy a negar que todo esto me sorprendió, que todo esto me gustó; es realmente un detalle muy bonito. En el transcurso del día, no lo miré para nada, tampoco se acercó a mí en la cafetería. Toca la campana porque ya es el momento de ir a casa, pero ahora me iré con Adam y Alisson, ya que debo cuidar de Tachito, mi hermano toma muy en serio el cuidado de los animales, creo que cuida más a Tachito que cuando me cuidaba a mí cuando era más pequeña.

—¿Lista, princesa? —Adam se mete a mi salón porque el profesor se ha ido, las chicas lo miran completamente bobas, y Adam... Él ni siquiera las voltea a mirar.

—¿Me ayudas con esto? —le pido a mi hermano, para que me ayude a llevarme lo que Ethan me ha regalado.

—¿Y quién te dio todo esto? —Adam levanta una ceja.

—Ethan —le digo la verdad.

Él solo sonríe y mueve su cabeza en negación.

—¡No! Yo me llevo el duende —se lo quito de sus manos.

Adam solo alza sus manos al aire y él se lleva la canasta, la carta gigante y los globos.

—¿Y Ali? ―cuestiono porque se me hace extraño no verlos juntos.

Ella ya está arriba del auto. ¿Puedes creer que recibió muchas rosas?

Suelto una carcajada.

—¿Mi hermano está celoso?

—¡Claro que lo estoy! Ali dice que exagero, pero que descarados, si saben que tiene novio y ese soy yo, ¿para qué le envían rosas? Extrañaba más cuando Ethan era súper celoso y todos temían acercarse a ella.

Qué tiempos aquellos

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—Tachito come a las 3:00 y después a las 8:00 ―repite mi hermano por enésima vez―. Agua y comida, Sam.

—Vale, vale que no lo olvido, ya me lo has dicho muchas veces, Adam ―ruedo los ojos.

—Y nada de ir a la casa del vecino de enfrente.

Bufo.

—No voy a ir Adam.

—Y...

—¡Ya vete! ―lo corro―. Alisson está esperando allá afuera, es de muy mal gusto hacer esperar a las personas.

—Vale, vale, ya me voy, cualquier cosa me llamas.

—Estaré bien, Adam, que se diviertan.

—Gracias, princesa —Adam besa mi frente y camina hacia la puerta.

—Y... Adam —él voltea.

—¿Si?

—Usen condón, que no quiero ser tía tan joven.

El amor todo lo puede ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora