El amor todo lo puede ©

Capítulo 20

EL AMOR TODO LO PUEDE ♡

"Ahora estaré yo con él"

Narra Alisson

Ayer mientras estábamos en familia, Ethan actuaba muy extraño, bueno, en realidad, lleva días muy raro, no sé qué esté pasando con él, pero no me gusta su manera de actuar, ya no quiere salir a ningún lado, incluso, ha dejado de ser ese chico mujeriego, y eso sí es muy raro en él. Ayer se fue muy rápido de la casa de mamá, dijo que estaba muy cansado, le rogué que se quedara más tiempo, pero me fue imposible. ¿Qué pasa con mi hermano? No lo sé, pero lo voy a averiguar.

—Amor, voy a salir un momento —le digo a Adam.

—¿A dónde irás, nena?

—Con el vecino.

—¿Con Ethan? ―frunce el ceño.

—Pues sí, ni modo que con el vecino de a un lado —ruedo mis ojos.

—Pasa algo con él, ¿verdad?

—¿También lo has notado? ―inquiero.

—La verdad es que sí, no había querido decírtelo para no preocuparte, pero siento que algo pasa con él, no sé, actúa muy extraño, su semblante es serio y hace pensar que algo lo atormenta.

—Es justo lo que quiero averiguar, amor. Mi hermano realmente me está preocupando.

—Anda, ve con él, yo me encargo de la limpieza.

—Ese es mi chico —le doy un corto beso y después salgo del departamento.

Toco el timbre del departamento de Ethan y quien abre la puerta es un Ashton todo desvelado, en realidad tiene muy mal aspecto.

—Hola, Ashton —saludo, aún me incomodo un poco cuando lo tengo enfrente de mí, después de lo que pasó entre él y yo, aunque eso ambos tratamos de enterrarlo.

—Hola, Ali.

—¿Y mi hermano?

—Supongo que en su habitación ―aspira―. Ya ves que últimamente se la lleva encerrado, yo tengo poco que llegué, ve a tocar su puerta, yo voy a ir a dormir un poco.

Paso al departamento y camino hacia la puerta de Ethan, tocó una, dos, tres veces y él no responde, eso me alerta enseguida y sin pensarlo más veces, abro la puerta, por suerte la tiene sin seguro. Está todo oscuro, así que enciendo la luz y él está despierto para mí suerte, él tiene su mirada perdida hacia el techo, está con un papel en su pecho y lo sujeta con sus manos, alrededor de él hay lo que, al parecer, son muchas cartas y todas están abiertas.

—¿Qué demonios, Ethan? —su habitación está hecha un asco, hay muchas cosas tiradas en el piso y él, específicamente él, tiene un aspecto desagradable.

—Vete Ali, por favor vete ―pide en susurros.

—No me iré, Ethan, no me iré, aunque me grites, no lo haré ―aseguro.

—Soy el peor hombre del mundo —dice de pronto y niega varias veces con su cabeza.

—¿Qué estás diciendo? ―me acerco a él.

—Que soy el peor hombre del mundo, soy una porquería, he lastimado a una de las personas que más me ha querido, soy un idiota.

—¿De qué rayos me estás hablando, Ethan? ―me preocupo.

—De Sam.

—¿Sam? ―me impresiono―. ¿Hablas de Sam, de Sammie?

—Sí, de ella.