El amor todo lo puede ©

Capítulo 19

EL AMOR TODO LO PUEDE ♡

"Año nuevo, decisiones nuevas"

Narra Sam

Hoy me arreglo más de lo normal, creo que hasta yo misma puedo decir que me veo hermosa, Noah no tarda en venir por mí, pues hoy es año nuevo y claramente quedé de irme con él. Mi madre se fue a casa de Ali, Adam hace un rato vino por ella, hoy me quedaré a dormir en casa de Noah, claro que esa idea le pareció descabellada a Adam y por supuesto pegó el grito en el cielo, pero mi madre le dijo que confiara en mí, así como ella lo hace y sabe que no voy hacer algo que no deba hacer. Mi madre se lleva muy bien con Noah y le parece un gran chico a pesar de su apariencia, pues ella no es de las personas que juzga sin antes conocer. No he vuelto hablar con Ethan desde navidad y realmente lo agradezco, estoy muy bien así, él solo me confunde y no quiero más confusiones en mi vida.

El timbre suena, me doy una última mirada en el espejo y sonrío, salgo de mi habitación para bajar y abrirle a Noah, sé que es él, siempre es muy puntual.

—¡Hola! —le sonrío en cuanto lo tengo frente a mí.

—Ho... Hola —saluda él tartamudeando y enseguida abre su boca.

Yo río levemente.

—Te ves preciosa, Sam —añade de inmediato.

—Gracias, Noah, tú también te ves muy guapo.

Y es la verdad, luce demasiado guapo, en realidad él es muy guapo, no tengo nada más que decir.

—¿Nos vamos? ―cuestiona y señala hacia el auto.

—¡Claro que sí!

Ambos nos subimos al auto, la casa de él queda un poco retirada de la mía, así que durante el camino voy observando la lluvia caer por la ventana, no se siente frío dentro del auto, debido a que llevamos la calefacción encendida.

—Llegó alguna familia de California ―me dice Noah de pronto.

—¡Qué genial! Es bueno tener a la familia reunida en estas fechas.

―No, créeme que no lo es ―bufa.

—¿Por qué? ―me intriga saber por qué se expresa de ese modo.

Mis tíos suelen ser muy pesados, Sam, para ellos yo soy como el problema de la familia, y mis primos, ellos son los perfectos a pesar de que son unos odiosos.

—¿De verdad? —hago una cara de asustada.

—Sí —él suspira—. Quisiera pedirte algo.

—¿Qué cosa? ―murmuro.

—Es que no sé si vayas a querer —él se rasca su cabeza.

Yo río.

—¿Cómo sabrás si voy a querer o no, si no me lo preguntas?

—¿Podrías hacerte pasar por mi novia esta noche?

—Oh, eso...

—Está bien si no quieres.

—Acepto —le digo de pronto.

—¿De verdad? —él me ve con emoción.

—Claro que sí Noah. Será divertido ser la novia del chico problema.

—Gracias —él dice aliviado.

—No agradezcas —le sonrió.

Llegamos a la casa de Noah, el auto aparca frente a la gran mansión.

—¿Lista? ―cuestiona antes de bajar.

—Lo estoy.

—Temo que salgas corriendo —dice él.