- ¿Ya aprendiste a hacerlo? - vacila Mark sin romper el contacto visual que ha estado manteniendo con Yuta desde hace unos segundos.
- ¿Que cosa? - cuestiona Yuta con cierta molestia, se nota en su ceño fruncido. Ni siquiera sabia porque estaba molesto, si porque Mark estaba volviendo a él otra vez o porque tenía unas inmensas ganas de tocarlo y besarlo de nuevo.
- Vivir sin mi - suelta Mark con el mismo tono vacilante.
Yuta rueda sus ojos y exhala. Mark se acerca a él y posa su mano en la mejilla de Mark tan solo unos segundos antes de que Yuta quite su mano de la manera y entre de nuevo a la casa. Mark no duda en entrar y persigue a Yuta hasta la habitación, su habitación, a pesar de que era la casa de Yuta anteriormente (no hace mucho) habia sido la casa de ambos, porque vivían ahí, aunque siempre que discutian Mark se iba a casa de su madre, y ahora estaba de vuelta, otra vez, siempre el mismo circulo vicioso que Yuta comenzaba a aburrir mientras que Mark por su parte no queria detenerlo.
Llevaban una relación de casi tres años (porque en ningún momento han terminado a pesar de todo), todo era maravilloso, Yuta era muy atento y romántico con Mark, lo amaba, de eso no tenia duda, Mark por parte amaba con todo su corazón a Yuta, tanto que inclusive lo queria solo para él, odiaba que Yuta mirara a otras personas, que pasara tanto tiempo con sus amigos, que llegara tarde a casa por alguna excusa, que no contestara las llamadas a tiempo.
Mark de pronto se volvió muy celoso, por cada cosa que Yuta hacia aunque fuese muy minúscula, le hervía la sangre, aun más porque Yuta le restaba importancia a todo eso, diciéndole que no debia preocuparse, que estaba delirando, ¡pero no era cierto! Mark no era ningún imbécil, deducía que más de una vez Yuta termino revolcándose con alguien mas en una jodida fiesta, y al mencionarlo Yuta lo nego y hasta se enfureció ¿con que derecho?.Mark se acerca hacia Yuta quien esta sentado en la cama, intenta sentarse en su regazo pero Yuta se remueve hacia un lado, con su mandíbula tensada y mirada filosa hacia él, Mark termina sentadose a su lado y lo mira.
- Te extrañe mucho amor - pronuncia Mark con suavidad y lleva su mano hacia la de Yuta, acariciándola un poco y mordiendo su labio inferior en ello.
Yuta si quiera lo miro, diablos, al parecer estaba bastante enojado luego su última discusión. Porque como últimamente solia ocurrir, las cosas se estaban saliendo de control, Mark no media sus estribos y Yuta ya no sabía como controlarlo sin dañarlo, porque a pesar de todo era lo último que quería hacer.
Aun trataba de averiguar en que momento su relación con Mark se volvio una constante guerra, una relación bastante tóxica para ambos.
Hace unas semanas las únicas peleas eran producidas por el desastre que Yuta tenia en la habitación, o cuando Mark no queria lavar su plato sucio porque estaba muy cansado, o incluso luego de una guerra de cosquillas que terminaban en besos junto un "te amo". Queria aquello de vuelta pero las cosas seguian empeorando cada vez, su humor era el peor porque Mark seguía atosigándolo, reclamando sobre algún amante incluso ¿en que pensaba?, se le hacia muy dificil hacerlo entrar en razón.
La gota que rebalsó el vaso fue su última discusión, hace cinco días cuando Yuta llego casi a las once de la noche del trabajo, usualmente llegaba a las diez y Mark no tardo ni dos segundos en reprochar aquello a pesar de que Yuta seguía explicándole que tuvo mucho trabajo ese día.
Mark no le creyó pero Yuta decidió ignorarlo, estaba agotado y lo último que queria hacer era lidiar con la actitud de Mark.
- Yuta, dime la verdad ¿donde estabas? hueles a alcohol, no creas que soy un estúpido - dijo Mark cruzado de brazos, viendo a Yuta desvestirse.