քasօs ɖɛ deseo

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Kesha: Se sabe quien a sido?

Doc: Lamentablemente no sabemos nada, mi compañera la encontró cerca de aquí, ella fue quien la trajo.

Kesha: Me gustaría hablar con su compañera puedo?

Doc: Si claro, acompañame.

Llegamos a una habitación donde hay una chica joven pero un poco mas mayor que yo, escribiendo en un ordenador.

Kesha: Hola, soy la hija de la señora que encontró cerca de aquí.

Enf: Hola mucho gusto que desea?

Kesha: me gustaría saber si vio a alguien cuando encontró a mi madre.

Enf: No, yo baje de mi coche, cuando sentí a alguien quejarse, entonces me acerque y la vi tirada en el suelo.

Kesha: Vale gracias.

Enf: De nada cualquier cosa aquí estoy.

Llame a  mi padre para contarle lo de mi madre, pero no me cogía el teléfono, joder con este puto hombre, cada vez que mas lo necesitaba nunca estaba.

Jos: Kesha?-pregunto estrañando.

Kesha: Joder Jos, te empeñas en seguirme o que?!-dije un poco alterada.

Jos: Yo para nada, te recuerdo que trabajo aquí, pero parece que eres tu la que me sigue.

Kesha: Vete a la mierda, no te creas el centro del mundo.

Jos: Esa boca nena, y no precisamente no me creo el centro del mundo, pero al parecer del tuyo si porque vaya te encuentro en todos lados en pocos días.

Kesha: No estoy aquí por puto gusto joder, y ni mucho menos te estoy siguiendo.

Jos: Entonces que haces aquí?

Kesha: A mi madre le asaltaron, le dieron una paliza, me llamaron y me dijeron que estaba aquí a si que vine lo mas rápido que pude.

Jos: Entonces tu madre es la señora que trajo Lidia y que estaba inconsciente.

Kesha: Si, ella es mi madre.

Jos: Pues deja que te diga algo, no creo que a tu madre le han asaltado.

Kesha: Y tu que sabes?!

Jos: He atendido a muchas mujeres maltratadas por sus maridos, y creeme tu madre también es maltratada.

Kesha: Que mierdas te esta levantando, esa una gran mentira, mi padre jamas le pondría un dedo encima a mi madre, el la ama.

Jos: hasta la persona que mas te ama es la que mas daño te hace..

Una gran verdad en una sola frase... Una gran verdad de la que no me daba cuenta...