Chapitre 2

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Desde los diecisiete años Jungkook había pasado por diversos trabajos. Algunos fueron motivos de infortunio, otros por el contrario resultaron lucrativos, pero sin duda había obtenido veteranía de todos ellos.

Trabajó como vendedor de globos en un parque de diversiones en verano, donde debía utilizar una fastidiosa botarga en días de calor, pero ese trabajo no le duró mucho tiempo, pues sólo lo contrataron por una temporada. También repartió pizzas, pero el tiempo fue un problema, pues ese trabajo exigía muchas horas y Jeon tenía otros trabajos que atender. Así como esos trabajos fallidos, muchos otros habían sido un poco más fructíferos y los había mantenido muy bien.

Realmente no se quejaba, después de todo era difícil conseguir trabajo cuando sólo tenía registrados sus estudios hasta la escuela secundaria, por ende se consideraba afortunado de tener todos los trabajos que tenía y aunque la paga no era tanta, siempre estuvo agradecido con todo.

No obstante, también estaban aquellos días en los que simplemente le gustaba soñar con una vida mejor, anhelando tener más dinero, deseando una vida como la de aquellos elegantes señores que veía en el centro comercial, pero después de todo esos eran simples pensamientos y nada más.

En esos momentos Jungkook sólo luchaba por mantenerse despierto en su trabajo, pues no había podido dormir mucho y aún así tuvo que despertar temprano para ir a trabajar.

-Jungkook. -Le llamaron.

Jeon reaccionó en ese momento despertando de inmediato. -¿S-sí?

-Te esperan en la mesa cinco desde hace unos minutos, ¿No viste cuando te dejaron la orden? -Comentó uno de sus compañeros de trabajo señalando la bandeja donde estaban algunos platos de comida. -Apresurate y llévala.

Jungkook despertó completamente al recordar que estaba en el trabajo. -Lo siento, voy ahora mismo. -Espetó tomando la charola para entregar los pedidos.

Era mesero en un esclarecido restaurante de Seúl y era un trabajo en el que Jungkook tenía algunos privilegios, pues podía comer gratis la costosa vianda del restaurante cuando tenía tiempo libre. Lo malo era que casi nunca tenía el tiempo de comer tanto como quisiera, pues realmente era un trabajo que lo tenía ocupado todo el día.

Jungkook llegó a la mesa para dejar la orden. Encontró a un chico y una chica charlando animadamente, hasta que lo vieron y sus sonrisas desaparecieron.

-Agh, vaya, ya era hora. -Murmuró la chica cuyo nombre era desconocido para él.

Jeon dio una reverencia disculpándose tímidamente. Estaba acostumbrado a ser tratado mal por algunos clientes, ya que las personas que visitaban ese restaurante eran personas con mucho dinero y eran sumamente exigentes. Y después de todo, se había demorado unos minutos.

-Lo siento, hubo un retraso en la cocina. -Dijo Jeon de una manera casi inaudible mientras acomodaba la mesa.

-Nos dimos cuenta. -Ironizó uno de los clientes. -Sólo haz tu trabajo.

En ese momento alguien llegó a aquella mesa. Jungkook miró con curiosidad al nuevo chico en la mesa sorprendiendose al encontrarse con Taehyung, el chico que llevaba días viéndolo en el parque.

-Lamentó la demora, de camino encontré una tienda Chanel y, ya saben, tenía que comprar un perfume nuevo.-Relató Taehyung emocionado mostrando la bolsa. -¿Ya ordenaron?

-Desde hace algún tiempo, te pedí tu platillo favorito. -Le dijo Jimin.

Antes de tomar asiento, Taehyung sintió la mirada del mesero sobre él, por lo que confundido lo miró y conectó miradas con Jungkook. Aquel chico iba a ver cantar a escondidas todos los días desde la primera vez que lo vio.

Estanque de nenúfares ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora