Estanque de nenúfares ✧ kooktae

Chapitre 16

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Esa noche, luego de que Jungkook devolviera la guitarra a su dueño, tomaron el dinero ganado y lograron recolectar lo suficiente para pagar un taxi. Para Jeon no fue tan difícil lidiar con Taehyung en un taxi, claro que no faltaban algunas quejas y comentarios sobre el disgusto de ir en un taxi, pero la mayoría del viaje había estado tranquilo.

Llegaron a la zona de Seúl en que ambos vivían y bajaron del auto pagándole al conductor. Aún no habían llegado a casa, todavía debían caminar un poco y es que el dinero no había sido suficiente para que el taxi los llevara hasta casa.

—Ahora a seguir caminando. —Musitó Jungkook llegando a su lado. —Fue divertido, creo pedir dinero nunca había sido algo tan feliz para mí.

Taehyung sonrió comenzando a caminar junto con Jeon. —Sí, yo no creí que me sentiría tan feliz estando en una situación así, pero fue algo que disfruté.

Compartieron una sonrisa mutua, la tensión había desaparecido desde el momento en que Jungkook le dedicó esa canción a Kim, después de eso ambos sentían que el peso de la tensión había disminuido.

De repente una gota de agua cayó sobre la frente de Taehyung, quien se sorprendió ligeramente y al mirar arriba unas gotas más cayeron sobre su rostro. Estaba comenzando a llover. Jungkook maldijo en un susurro y se quitó la chaqueta para cubrir a ambos de las pocas gotas que caían en ese momento.

—Lo único que faltaba. —Musitó Jungkook. —¿Ahora qué? Aún falta mucho para llegar a tu casa.

Taehyung avanzó siendo protegido de la lluvia por la chaqueta de Jungkook y entonces recordó que ya estaban en una zona donde era conocido, fácilmente podía mover sus influencias.

—Obviamente no llegaremos a casa y se ve que lloverá toda la noche. —Respondió Taehyung. —Ven, sígueme, sé a dónde podemos ir.

Jeon no pidió más explicaciones, pues la lluvia parecía empeorar cada segundo. Avanzaron unas calles más, claramente la zona era las mejores y más privadas. Jungkook no conocía el lugar, pero supo que era un hotel de los más esclarecidos y suntuosos de Seúl. Al llegar de inmediato dos hombres uniformados los cubrieron con una sombrilla, Jungkook bajó su chaqueta cargandola en sus brazos, otros empleados les abrieron las puertas del edificio. Entraron al lugar, donde una recepción de lujo los recibió.

—No digas nada. —Murmuró Taehyung. —Si te preguntan algo sólo ignoralos.

Jungkook asintió apartando la mirada de los empleados, mirando simplemente los alrededores del lugar.

—Oh, Taehyung. —Exclamó la recepcionista. —Tiempo sin verte.

Taehyung sonrió saludando de lejos y con entusiasmo a la chica. —Lo sé, todo en mi vida ha cambiando así que ya no vengo tanto aquí, pero me alegra volver a verte.

Jungkook, prestó atención a la platica, curioso por saber el trasfondo de esa situación.

—Que gusto que todo haya mejorado para ti. —Musitó amable. —¿Qué necesitas, Taehyung? ¿Quieres hacer una reservación para después?

—De hecho, quiero una habitación para éste momento, si es la suite presidencial que siempre pido estaría excelente. —Respondió. —Cargalo todo a la cuenta de mamá o de papá, puedes llamarlos ahora para que autoricen el pago, realmente no importa.

—Para nada, eso no es necesario, ustedes ya son conocidos aquí así que no te preocupes. —Murmuró Siyeon mirando los datos en su computador. —Tienes suerte, está disponible la suite presidencial hasta pasado mañana, ¿sólo eso necesitas?