⠀⠀⠀▬ Kim Taehyung es un chico mimado, consentido y sofisticado, hijo de una familia perteneciente a las clases más altas del país. Un chico que, ni con sus ideas clasistas, puede negar que ama salir a la calle para escuchar cantar a un guitarrista c...
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Como todos los días Jeon fue a trabajar. Estaba cansado, pero con muchos ánimos. Su madre estaba mejorando mucho, eso era lo que lo había mantenido motivado todo el día.
Su rutina diaria se basaba en asistir al trabajo, a veces a dos trabajos por día, comer, si tenía tiempo y dinero, algún sorbete o comida rápida y barata de algún lugar cercano, o si tenía suerte y estaba en el trabajo del restaurante, comer los platillos del lugar. Subsiguiente a una pesada jornada de trabajo, llegaba a casa y si el cansancio no le atormentaba, cenaba algo ligero antes de ir a la cama.
Esa noche, Jeon llegó a su pequeño departamento arrastrando los pies con fatiga y sueño. Suspiró exhausto y realmente quería ir a dormir, pero no había tenido tiempo para comer esa tarde por lo que de inmediato se dirigió a la cocina donde rápidamente se sirvió un simple plato de cereal que le ayudaría a calmar el hambre.
Sentado en la soledad de su departamento donde el mutismo anegaba todo, incluso podía escuchar con claridad los rítmicos latidos de su corazón de lo silencioso que era todo. Se sentía solo. Todos los días amaba llegar a casa para dormir, pero odiaba aquellos lapsos en los que tenía que afrontar la sensación de soledad. Aquella soledad que nunca había sido opcional. Nunca le había gustado estar solo, pero desde que su madre se enfermó no tuvo opción y simplemente tuvo que dejarlo pasar. Tuvo que aprender a estar solo a partir de ese momento.
Tal vez era por eso que aún si era caprichoso y berrinchido le agradaba estar con Taehyung. Era ruidoso y elocuente, pero también un chico muy alegre y de cierta manera, desde que se volvieron amigos, le hacía pasar un buen rato.
Unos minutos después, arropado en su cama sintió la frialdad al rededor. Sintió un espacio vacío a su lado. Se encogió en su lugar, tomando una posición fetal, acurrucandose él mismo. Finalmente cayó plenamente dormido, abrazándose a sí mismo y, como todos los días, olvidando la sensación funesta de su corazón.
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Al día siguiente, luego del trabajo Jeon llegó al hospital un poco alegre de poder estar con su madre y de cierta manera también con Taehyung.
Esa tarde le había llegado un mensaje de texto de Taehyung pidiéndole algunas cosas y utensilios que supuso le ayudarían en su estadía en el hospital. Entró a la habitación que le habían dado a Kim en el hospital, y al cruzar la puerta encontró a un chico masajeando los hombros de Kim, mientras otra chica le hacía una manicura.
-¿Ésto es parte de tu tratamiento? -Preguntó Jeon con extrañeza.
Al escuchar aquella voz Taehyung abrió los ojos y sonrió al ver a Jeon.
-Oh, llegaste. -Exclamó Taehyung al verlo.
-Sí, llegué, pero no sé si al hospital o a un salón de belleza.
