»NUNCA DEJES DE PELEAR«

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Advertencia: Contenido algo raro.

Narrador

Todos pensaban en cómo podrían encontrar a Hadley, incluso el oficial Spencer Reid estaba ahí. Pero de pronto una camioneta negra se detuvo en la entrada y tiró algo en la banqueta para luego salir a toda velocidad. Varios policías siguieron la camioneta mientras los chicos se acercaban.

–No es posible– Decía Tansy cayendo de rodillas frente al cuerpo de Raylee.

Victor se quedó de pié frente al cuerpo, había visto cientos, él había matado y mandado matar a otros, pero Raylee le agradaba un poco, solo que no pensaba completamente en eso.

–¿Dónde está Hadley?– Preguntó Victor en casi un susurro.

Llanto y gritos de dolor se escuchaban en la calle mientras Tansy abrazaba el cuerpo, los demás rodeaban a la chica, pero pronto llegó corriendo Haley.

–¡Mami! ¡Mami!– Gritaba Haley y Víctor rápidamente lo cargó para llevarlo dentro– ¡¿Dónde está mi mami?! ¡¿Es ella?! ¡¿Está muerta?!
–No Haley, no es ella– Respondió Victor viendo al niño llorar.
–¡Puedo escuchar algo! ¡Papi, escucho algo!– Gritaba Haley-Jean tratando de volver a dónde estaban todos.
–¿De qué hablas? Ya para por favor– Pidió Victor, él era muy fuerte, pero su punto débil era Hadley y cuando algo le pasaba a ella, se le caía el mundo en cima.
–Bájame, sé que hacer– Decía Haley, no habría hecho caso si estuviera en sus cinco sentidos, pero lo bajó.

Haley salió corriendo y Víctor lo siguió, el niño se acercó a Raylee y todos lo miraban.

–Ella sabe dónde está mami– Dijo Haley tocando la frente de Raylee.
–Haley, ve a la casa– Decía Dean señalando hacia atrás– Ve a casa ahora.
–¡No!– Gritaba el niño cerrando los ojos.

Sus manos brillaban en luz violeta y de pronto Raylee abrió los ojos lentamente.

–¿En dónde está mamá? ¿Dónde?– Preguntó Haley con ganas de llorar.
–Watherford, Bright Sun– Decía Raylee lentamente y miró a Tansy con una sonrisa para luego cerrar los ojos de nuevo.
–¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Que hiciste?– Preguntó Tansy moviendo a Raylee.
–Solo funciona por un momento, no puedo revivir a nadie por más tiempo– Dijo Haley abrazando a Víctor agachado a su lado– Además me da miedo hacerlo.
–¿Co-Como podías saber...?– Preguntó Scott con lágrimas en los ojos.
–No lo sabe, es un niño, de hecho no creo que nadie lo entienda– Dijo Óscar sacando las llaves de su auto– Es hora de irnos.

Algunos no querían irse pero debían buscar a Hadley.

Hadley

Quería soltarme pero él me llevaba agarrada de las manos y me apretaba fuerte.

–¡Ya suéltame!– Grité tratando de jalarme y alejarme de él– ¡No lo hagas!
–Hadley, te he visto por años, no entiendes nada sobre este negocio, crees que es divertido y todo eso, pero no es como en las películas, aquí hay siempre alguien más fuerte que tú y tomará lo que quiera– Decía él metiéndome a un cuarto y empujándome al suelo– Yo soy más fuerte que tú.

Antes de poder golpearlo me agarró del cabello y me pegó a la pared, yo traté de empujarlo pero rápido tomó una jeringa pequeña de una mesa y metió la aguja en mi brazo.

–¡¿Qu-Qué?! ¿Qué es...– Traté de preguntar pero me sentía adormecida.
–Tranquila, aún recordarás todo, pero me estoy protegiendo– Dijo él y traté de golpearlo, pero incluso mis piernas se volvían gelatina.
–¿Por-Porque?– Pregunté mientras él me cargaba.
–Mi padre hablaba tanto de tu madre, que te estuve espiando a ti durante años, incluso me has llegado a gustar un poco ¿Puedes creerlo?– Preguntó riendo y besando mi cuello.

Apretaba con todas mis fuerzas su camisa, pero ni siquiera lograba arrugarla. Mucho menos pude empujarlo mientras me quedaba dormida.

Victor

Watherford, Bright Sun estaba a cuarenta minutos de dónde estábamos y temía que al llegar Hadley estuviera muerta, me daba mucho miedo.

Dean

La policía no pudo alcanzar a la camioneta y nosotros ya íbamos directo a la ubicación que nos dió Raylee. Scott, Víctor, Óscar, Paco, Tansy, Hanna, Christine y yo íbamos dispuestos a matar a todo el que se nos cruzara en el camino.
No sabía qué haríamos al estar allá, ni sabía a qué nos enfrentábamos, pero haríamos lo necesario para sacar a mi amiga.

–¿Qué creen que pasará?– Preguntó Scott nervioso.
–Lo que pasará es que muchos idiotas morirán– Decía Paco a mi lado revisando una de sus armas.

Estaba seguro de que muchos morirían, pero esperaba que fueran solo ellos.

Hadley

Cuando abrí los ojos solo veía el techo, pero no sentía nada, aunque apenas podía mover los dedos pero no era suficiente y él me tenía abrazada con fuerza.

–Ya mátame– Le dije cuando besaba mi mejilla.

Hasta donde podía ver, él no tenía camisa.

–¿Por qué tanta prisa? Cualquiera desearía estar aquí conmigo– Dijo él y se me salió una lágrima– Ay... Ya, eso de llorar es pura mierda.

Empecé a pensar en cómo activar mi curación acelerada, pero no tenía idea de cómo. Me concentré mucho en lo que quería y de pronto sentía como algo recorría mi cuerpo, podía sentir mis piernas y mis brazos, pero no completamente además de sentir hormigueo. Y... Ya no me sentía igual que antes... Sentía dolor.

Pero traté de no pensar en eso, debía hacer algo y él, estaba de espaldas a mí... Busqué a mi alrededor y en un mueble había un plato con un tenedor arriba. Estiré el brazo y tomé el tenedor, ahora sentía cada parte de mí. Si no podía lastimarlo con mis poderes, podía herirlo de otra manera, no todo él debía ser tan fuerte. Me dí vuelta lentamente con el tenedor oculto y besé la espalda de él.

–Sabía que no podías resistirte– Dijo él dándose la vuelta para mirarme.

Yo tenía el tenedor detrás de la espalda, él se acercó y me besó de nuevo, con la mano libre acaricié su mejilla. Cuando él pasaba su mano por mi cadera yo llevé el tenedor hacia el frente con toda la fuerza que pude y se lo clavé en el ojo. Eltanin gritaba mientras me salpicaba sangre en la cara, yo me levanté rápido y tomé mi ropa, pude ver cómo él caía de la cama tratando de sacarse el tenedor del ojo. Corrí por el pasillo poniéndome la ropa y tratando de encontrar una salida.

–¡Hadley!– Gritaba Eltanin desde atrás– ¡Maldita perra, estás muerta!

Volteé un momento y lo ví en el suelo con el tenedor en la mano y la otra mano sobre su cara. Yo seguía corriendo y me fui por otro pasillo.

ENTRE ROSAS Y ESPINAS |TTE #2| Victor Zsasz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora