»DINOSAURIOS Y ZORRAS«

10 1 0
                                    

Hadley

Estuve muy enojada toda la tarde y ni siquiera hablé con Víctor hasta que decidimos que era hora de platicar con Haley.

–¿Hice algo malo?– Preguntó mordiendo su labio inferior con angustia.
–Por supuesto que no– Respondí suave y él sonrió– Solo queremos contarte algo.
–A menos que lo sepas ¿Has leído nuestras mentes en éstos días?– Preguntó Víctor curioso levantando una ceja.
–No lo volví a hacer desde que te lo prometí– Dijo Haley-Jean con orgullo y una enorme sonrisa.
–Eso es, muy bien– Víctor y con el pequeño chocaron los puños– Ahora te contaremos algo.

Haley nos miraba atento, ésto era emocionante para mí y no pude evitar tomar la mano de Víctor.

–Bueno, Haley-Jean...– Dije feliz buscando las palabras– Pues...
–¡Vas a tener un hermano!– Gritó Víctor todo contento y yo fruncí el seño ya que me ganó en decirlo.

La cara de Haley-Jean era de sorpresa absoluta, tenía la boca y los ojos muy abiertos.

–O hermana, aún no lo sabemos– Aclaré ya que yo quería una niña– Vas a jugar con él o con ella y serán mejores amigos y hermanos.

La cara del niño empezaba a cambiar y comenzó a sonreír muy feliz.

–¡Un hermano! ¡Un hermano!– Gritaba Haley bajándose del sillón.

El pequeño empezó a correr gritando pero después volvió a nosotros ya sin sonrisa.

–¿Y yo? ¿Ya no me necesitan?– Preguntó haciendo cara triste– Ya no me van a querer...
–¿Qué tontería es esa? Haley-Jean, eres nuestro pequeño– Dije cargándolo y lo abracé– Siempre te vamos a querer.
–Además el bebé va a necesitar que alguien más lo cuide y juegue con él– Dijo Víctor poniendo un dedo en la nariz del niño– Quiero que le enseñes todo lo que llevas aquí– Ahora puso el dedo en el pecho del niño.
–Tengo un libro de dinosaurios, puede leerlo– Respondió Haley ya que en la playera tenía una imagen de un dinosaurio.
–No habla de tu playera, habla de... Ay, olvídalo, solo queremos que le enseñes a ser tan bueno como tú– Dije con media sonrisa– Queremos que sea amable, cariñoso, inteligente y tan bueno como tú.
–¿Soy todo eso?– Preguntó Haley-Jean con una sonrisa enorme.
–Todo eso y mucho más– Respondí acariciando su mejilla.

Haley estaba muy feliz y yo solo me quedé abrazándolo fuerte, muy fuerte y con mucho amor.

Al día siguiente...

La sorpresa de Roman era el centro comercial, me había llevado para que según él, compráramos cosas para el bebé. Había traído a Haley-Jean, lo hice faltar a la escuela para que nos acompañara.

–De verdad Hadley, comprar las cosas para un bebé es importante– Me decía ya que yo opinaba que era muy pronto– Después cuando tengas más meses no vas a querer venir a comprar todo, estarás agotada, de mal humor y gorda.
–Pues gracias– Dije sarcástica, era obvio que estaría gorda pero no era necesario recordarlo.
–Vamos, vamos– Decía Haley-Jean jalándome de la mano.

El pequeño nos llevaba a una tienda de cosas para bebé. Había ropita, juguetes, cunas, etc. Pero todo ésto hacía que me sintiera incómoda y nerviosa. Odiaba que Víctor se hubiera quedado en el Máscara negra a revisar todo. Aunque pensándolo bien cuando me dijo que no podía venir estaba nervioso y solo me había dado su tarjeta de crédito. Lo entendía, yo también estaba asustada con todo ésto.

–Esta es una de las mejores, se ve cómoda, calientita– Decía una mujer mostrándole a Roman una cuna.
–Creo que es la indicada ¿A quien no le gusta el azul marino?– Preguntó Roman pasando la mano por la tela– No creo que los colores tengan género, a mí me gustaba el violeta de niño.
–¿Podemos llevar esto?– Preguntó Haley cargando una variedad de pijamas para un pequeño bebé.

ENTRE ROSAS Y ESPINAS |TTE #2| Victor Zsasz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora