»APAGADO«

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Una semana después...

Hadley

Desperté gritando asustada, de nuevo había soñado con los dragones y mi corazón saltaba.

–Ya, ya– Decía Víctor abrazándome fuerte.

Mis ojos iban de aquí para allá entre la oscuridad de la habitación. A pesar de que había pasado una semana aún tenía mucho miedo de que Eltanin regresara, de que saliera.

–Estás bien, todo está bien– Decía Victor acariciando mi cabeza.

Pegué mi frente a su pecho mientras trataba de tranquilizarme.

–Siento que volverá en cualquier momento– Dije agitada cerrando los ojos.
–No lo hará, el contenedor está dentro de una caja fuerte, que también está dentro de otra caja fuerte en el sótano que ya está sellado, nadie puede entrar ni salir– Decía Victor pasando una mano por mi espalda– No volverán.
–Es-Está bien– Susurré más tranquila.

Ambos volvimos a acostarnos y en un momento Víctor se quedó dormido. Yo no pude volver a cerrar los ojos, tenía mucho miedo y las imágenes volvían frecuentemente a mi cabeza.

Tres semanas después...

Habíamos vuelto al trabajo, el señor Ferri y nosotros habíamos conseguido más mercancía y haríamos nuestra primer entrega.

–Llegará a Chicago en una hora– Decía Ferri revisando su teléfono.
–Perfecto– Respondió Victor estrechando la mano del otro chico.

Yo tenía la mirada perdida y mis pensamientos vagaban por otros rumbos.

–Nos veremos aquí mañana para platicar sobre otras cosas, pero ahora tenemos que irnos– Dijo Víctor y suspiré.

Habíamos metido a Haley al kínder y ya estaba por salir. El pequeño me decía que le gustaba pero que no tenía amigos.

–Señorita– Se despidió Ferri y yo asentí.

Yo solo me levanté del sillón y fui a la salida del máscara negra, luego entré al auto y esperé a Víctor.

–Hadley– Habló mi esposo entrando al auto.

Yo solo lo miré mientras mi Charger avanzaba, su Impala había quedado destruido el día que me sacó del escondite de los Draconis.

–Necesito que vuelvas a ser tú– Me dijo y levanté una ceja– Ya no hablas con nadie, todo el tiempo estás distraída, me dejas todo el trabajo y ya no le pones atención a Haley, sin contar que te despiertas todas las noches gritando.
–Estoy bien, solo... Necesito tiempo– Susurré mirando a la ventana.
–¿Cuánto tiempo más? Ha pasado un mes– Respondió dando vuelta en una calle– Ni siquiera has hablado conmigo, antes me contabas todo y ahora es como si no existiera para ti.
–No quiero hablar sobre eso– Dije con un nudo en la garganta.
–Lo sé, sé que es duro para ti, pero también lo es para mí y trato de ayudarte– Explicó tranquilo y tragué saliva– Sólo déjame ayudarte a ser la misma de antes, ni siquiera me has besado desde...
–Lo sé... Pero no es fácil, me siento terriblemente mal, siento que te traicioné con Eltanin, sabes lo que pasó– Ví a Víctor apretar fuerte el volante.
–No fue tu culpa, jamás lo creí... Pero si necesitas tiempo, te daré el que necesites– Respondió estacionando el auto.

Me recargué en la puerta viendo a todos los niños salir y correr con sus familias, también ví a Víctor recoger a Haley. Había sentido algo lindo antes al verlos juntos, pero en éstas últimas semanas algo se había apagado dentro de mí. Me sentía muy triste todo el día, cansada, apagada.

–¡Mira lo que hice!– Gritó Haley entrando al auto y mostrándome algo.

Tomé el dibujo de un perro entre mis manos, tenía mucha brillantina azul regada por todos lados.

ENTRE ROSAS Y ESPINAS |TTE #2| Victor Zsasz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora