POV Donghae
Sábado.
La noche ya había caído totalmente sobre la ciudad. Afuera estaba muy oscuro, salvo por la luz de la luna, los faros de los autos, y el alumbrado público.
Pensaba en ello mientras dejaba una botella de whisky sobre la mesa de unos clientes, vasos y un plato de papas fritas.
Tres horas atrás, Heechul se había llevado a Joyin a su departamento como el domingo pasado.
Hyukjae y yo acordamos pagarle por cuidarlo ambos días. Heechul no quería recibir dinero, pero terminó accediendo luego de toda nuestra insistencia.
Yo seguía preocupado. Creía que necesitábamos contratar una niñera, pues los horarios de la cafetería eran bastante extensos, y si Joyin seguía quedándose aquí todo el tiempo acabaría por hacerle mal. Tenía que ir a casa y jugar, no podía pasársela dibujando o leyendo todo el día, pues todo en exceso es malo. Yo había pensado en inscribirlo a alguna actividad por la tarde, como un deporte o lo que él quisiera.
Revisé mi celular y miré la hora. Eran las 11:00 p.m. Una hora más y podría ser libre.
Regresé a mi puesto detrás de la barra mientras observaba el ajetreo en el local. Había mucha gente, en su mayoría hombres que ya comenzaban a embriagarse. Todos reían y la pasaban bien. Hoy no había nadie llorando en un rincón, hablando por teléfono con su ex y pidiéndole perdón, lo cuál era bastante extraño.
Hyukjae estaba a lo lejos, servía un plato con nachos a unas chicas y estas, de forma descarada, coqueteaban con él. Sé que no debía ponerme celoso, sé que si Hyukjae reía con ellas era para ser amable. Pero de cualquier manera no me gustaba la idea, mi estómago estaba revuelto.
Como no tenía necesidad de ver esa escena, entré a la cocina con el pretexto de llevar a la barra más vasos alargados. Me introduje en el almacén y saqué una caja de cartón repleta de éstos.
Era pesada, además tenía miedo de dejarla caer si intentaba cargarla. Mejor me incliné y la arrastré por el suelo. Estaba de espaldas a la puerta y la música de afuera no me dejaba escuchar nada, por eso casi me muero del susto cuando sentí un azote en el culo.
Chillé asustado y me incorporé a la velocidad de la luz, colocándome ambas manos detrás. Me di la media vuelta y vi a Hyukjae partiéndose de risa frente a mí.
Me puse rojo, demasiado. Le di una patada en el costado de la pierna que hizo morir sus carcajadas de inmediato.
—¡Auch!
—Imbécil, casi me matas de un susto —lo regañé dándome el tiempo de ponerme la palma de mi mano sobre mi pecho, sintiendo el replicar furioso de mi corazón agitado —¿Qué haces aquí de todos modos? Deberías estar afuera, atendiendo a los clientes.
Pronto se olvidó del golpe, pue esbozó una sonrisa ladina y se acercó a mí, caminando pasos lentos. Mis labios temblaron y desvíe la mirada a otro lado que no fueran sus ojos oscuros. Ni siquiera me di cuenta cuando comencé a retroceder.
—Nadie nos necesita en este momento —me dijo. Mi espalda chocó contra la encimera y pronto me vi totalmente acorralado —. Te vi entrar y recordé que no hemos tenido un tiempo a solas en todo el día.
—Basta. Hay clientes afuera, no podremos estar aquí mucho —puse mis manos en su pecho e intenté empujarlo, pero no obtuve ningún resultado. Hyukjae puso tanta fuerza en mantenerse firme que parecía estar hecho de roca.
—Solo será un momento, Hae —colocó sus manos en mi cintura —. No he obtenido ni siquiera un beso.
Chasqueé la lengua y lo miré divertido.
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¡Hola, papá! [Eunhae]
FanfictionDonghae y Hyukjae, a pesar de ser mejores amigos, son bastante distintos el uno del otro. Uno es atento, cálido, responsable, comprensivo y educado. El otro, sin embargo, es... caso perdido. Sorprendentemente, con todo lo anterior en contra, supiero...