Capítulo 14

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Flashback.
Ocho años atrás.

Me limpié las lágrimas dos cuadras antes de llegar a aquella casa y puse mi mejor intento de sonrisa relajada luego de darle tres golpes a la puerta.

Mi llanto no tenía una razón de ser menos que ridícula. Lloraba porque mi mejor amigo se había hecho novio de mi enemigo. Vaya estupidez.

Lo sabía, sabía que era una tontería y aun así no pude evitar salir casi corriendo de la casa de Donghae.

Tuve que aplicarme mucha fuerza de voluntad para ignorar sus llamados y su vocecita desesperada.

Estaba perfectamente consciente de que él no tenía la culpa. Era muy inocente, tonto y todo se lo creía. Aunque eso no significó que yo no explotara en ira y le dijera cosas hirientes, pero me resultaba estúpido que no se diera cuenta de cómo Kyuhyun lo estaba utilizando.

Así fue como caminé durante un rato, con el rumbo fijo en mi mente y sin importarme que la gente viera mi tristeza. Me daba igual porque ninguno de ellos me conocía.

Mientras esperaba ser atendido, le di una patada a una lata de cerveza tirada en el césped del jardín. A Yesung no le haría daño limpiar un poco, pero no se lo diría porque seguramente se molestaba y era hasta capaz de ponerme a hacer el aseo en su lugar.

Para mi sorpresa, quien me abrió la puerta no fue él, sino Henry.

Sus ojos se abrieron con estupor, pues seguramente no esperaba verme.

Sin embargo, una sonrisa afloró de inmediato en su rostro y me tomó del brazo para hacerme entrar a la casa como si fuera la propia.

—Eunhyuk, realmente no esperaba que vinieras.

—Entonces no te alegras de verme ¿eh? —bromeé. De inmediato él se mostró en claro desacuerdo con mis palabras.

—No pienses eso —me dijo—. Pasa. Los chicos y yo estábamos a punto de comenzar una partida de videojuegos. Te enviamos un mensaje desde temprano, ya sabes, aprovechando que estás suspendido de la escuela, pero parece que no lo habías visto hasta ahora —habló hasta por los codos, como comúnmente lo hacía—. Por cierto, te quiero en mi equipo. Eres muy bueno pateando culos en el mortal kombat.

Yo solamente asentí a todo lo que me dijo mientras me dejaba arrastrar al living, aunque lo del mensaje no era del todo cierto. Ni siquiera tenía idea de que se juntarían a pasar la tarde. Por supuesto que no tuve tiempo de revisar las notificaciones de mi teléfono cuando estaba muy ocupado carcajeándome con Donghae, en su habitación y disfrutando de su presencia. En realidad, si hubiera visto el mensaje, de todos modos lo habría ignorado.

Donghae no se quejaba, pero aun así era muy evidente como le disgustaba mi amistad con Yesung y los demás.

Ante todo, yo prefería estar bien con él y tenerlo contento.

Ahora, sin embargo, podía irse al demonio acompañado de Kyuhyun como mejor le pareciera.

—Miren lo que trajo el viento, chicos —canturreó Henry.

Lo primero que vi de ese panorama fue un montón de basura tirada en el suelo. Le secundo la imagen de Amber apresando la cabeza de Ryeowook contra su brazo y sus costillas para, con los nudillos de la otra mano, frotarle el cabello con una fuerza que no era normal. El pobre Ryeowook se quejaba lanzando juramentos y palabrotas, pero de nada servía. Amber siempre fue mucho más fuerte que él. En realidad, era más fuerte que todos nosotros.

Yesung se encargaba de conectar la consola al televisor, importándole lo mismo que nada el alboroto que hacían los otros dos.

Los tres dejaron de lado sus extrañas actividades para observarme plantado en el umbral.

¡Hola, papá! [Eunhae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora