¡Hola, papá! [Eunhae]

Capítulo 20

Narrador omnisciente

ꟷ¿Otra vez? ꟷpreguntó Kyuhyun poniéndose las manos en la cintura. Por alguna razón no estaba sorprendido.

Donghae asintió. Se notaba a leguas como luchaba contra sí mismo para no llorar. Tomó un respiro y siguió jugando con las pulseras que adornaban sus muñecas.

Kyuhyun observó por encima del hombro de su amigo a Joyin desayunando en la cocina. En su silla estaba puesta una almohada para que alcanzara la mesa sin problemas, pero sus piernitas quedaban colgando a bastante distancia del suelo. Cogió otra galleta del paquete y la remojó en la leche de su vaso.

ꟷEstoy harto del inútil ꟷfarfulló entre dientes.

ꟷPues yo estoy preocupado. Ya no hacía este tipo de cosas ¿y si le pasó algo?

ꟷ¿Qué carajos le va a andar pasando? Es igual que las cucarachas.

Kyuhyun estaba en serio enojado. La mañana del viernes fue llamado por su amigo a las siete, minutos antes de que saliera el sol. Donghae habló desde la inquietud más pura. La voz le temblaba y susurraba quedo como si pudiera despertar a medio barrio con subirle dos rayitas a su tono.

Tal parecía que el jueves por la noche Hyukjae había salido bajo el pretexto de ir a caminar. Según Donghae, cerca de las nueve. Sin embargo, a la media noche recibió el primer mensaje: "estoy bien". Pasadas tres horas, el segundo: "No llegaré a dormir. No te preocupes".

Y, efectivamente, estuvo toda la madrugada en vela, pero de Hyukjae no se vieron ni sus luces. Casi era hora de llevar a Joyin a la escuela y todavía no se dignaba a aparecer. Por si fuera poco, todo intento por comunicarse con él fue ignorado.

Donghae estaba desesperado y, como no tenía otra persona en la que confiara tanto, llamó a Kyuhyun cuando se vio incapaz de resistirlo más.

Este llegó tan rápido como pudo y ahora trataba de tranquilizar a su amigo y tranquilizarse a sí mismo. No quería comenzar a soltar injurias frente a un niño.

ꟷLe dije a Joyin que su papá salió a comprar cosas para la comida y que yo lo llevaría a la escuela. Si Hyukjae no regresa pronto, tendré que ir a buscarlo y no podré abrir la cafetería sino hasta la tarde ꟷparloteó Donghae, hablando para sí mismo.

ꟷVe a la cafetería. Yo llevo al niño a la escuela y busco a tu imbécil.

ꟷNo lo sé, Kyu. De seguro tienes trabajo...

ꟷSabes que nada me importa más que tu tranquilidad y la de Joyin, además, vine en mi auto. Me tomará menos tiempo.

ꟷDios, Kyu, eres un Santo ꟷle agradeció de todo corazón para estirarse y darle un distraído beso en la mejilla.

Joyin salió de la cocina viéndolo con ojos entrecerrados. Tomó su mochila del sofá y, de un tirón en los pantalones, le dijo a Hae que ya estaba listo.

El rubio miró su reloj y supo que no podía seguir atrasando más las cosas o el pequeño llegaría tarde.

ꟷJoyin, sé que te dije que te llevaría, pero ha surgido una emergencia y lo hará Kyuhyun ¿vale?

El niño llevó su mirada al castaño y, para ser sincero, no se le veía muy contento.

Kyuhyun no era un niñero nato como Hae, o algo así, pero era inteligente y parecía el único capaz de ir un paso delante de ese chiquillo. En fin, los genios se entienden entre ellos.

Se puso de cuclillas ante él y le susurró al oído.

ꟷTengo un auto. Te enseñaré a conducir de camino y luego te compraré una rebanada de pastel ¿qué dices?