JAXON

Capítulo Ocho.

Jaxon.

Malcom se fue a Las Vegas con Holly y creo que ya están bastante bien entre ellos. Fue lo primero que dijo mamá cuando llegué ayer a casa.

Ayer...

Bien, declararse es mucho más fácil en las películas. El protagonista solo le confiesa que le gusta y la chica le responde lo mismo, se vuelven novios y el fin. Ayer cuando le dije a Nicole que me gustaba no podía imaginar una respuesta mejor viniendo de ella.

Se sintió liberador dejar salir mis sentimientos.

El que me soporte más que antes solo hizo ver una posibilidad de que algo puede pasar entre nosotros. Incluso una sonrisa idiota estuvo pegada en mi rostro la mayor parte de la mañana hasta que la vi llegar.

—¿Dios, que mierda te paso?

—Cierra la boca, Jaxon— abre la puerta de su casillero con mucha rabia— lo que pasó ayer no te da derecho a meterte en mi vida.

Auch, eso dolió pero está en lo cierto.

—Bien, primero no pasaré por alto que acabas de llamarme por mi nombre, es la primera vez que lo haces— ella frunce el ceño— segundo, tienes razón, pero soy metiche desde que nací. Tercero y más importante, no puedo pasar por alto el moretón que tienes en la mejilla.

—Joder, pensé que lo había escondido bien.

Corre hasta el baño casi a una velocidad impresionante. No me importa nada, solo la sigo y entro con ella. Me pone alerta todo en su forma de actuar. 

Se detiene al ver que está lleno de chicas y voltea encontrándose con mi cuerpo. Puedo notar un poco de vergüenza y lo confirmo cuando esconde su rostro aún más.

—Señoritas es una lástima tener que pedir esto pero serían tan amables de salir un momento del baño—no quito la vista de ella y hasta intento protegerla con mi cuerpo— será para una buena causa.

Nicole se esconde de las chicas, su mirada está fija en mi pecho.

—¿Qué sucede Jaxon?— la inconfundible y desagradable voz de Summer se hace presente— ¿Vienes a hablar conmigo?— mira a Nicole y frunce el ceño— Jax necesita que salgas.

Joder, Summer no había aparecido ante mí hace mucho tiempo, ya me parecía raro.

—Ella se queda, tenemos que hablar.

—¿Por qué hablarías con ella? Es rara.

—No es rara—niego un poco enojado— y a ti eso no te importa. Por favor, sal del baño. Gracias señoritas.

Algunas de las chicas que aún quedaban dentro solo me sonrieron antes de salir, otras me lanzaron un "Idiota" o "Engreído" Summer fue una de ellas. No las culpo, yo hubiera hecho lo mismo.

—No tenías que sacarlas a todas— dice en voz baja.

Se aleja hasta el lavamanos. Se mira en el espejo, en varios ángulos y suelta un suspiro.

—No parecías querer convivir con ellas— digo acercándome un poco.

Saca un bolso pequeño lleno de maquillaje y comienza a tapar la marca morada con mucho cuidado, eso solo me hace pensar en cuántas veces ha escondido ese tipo de marcas.

—¿Me vas a decir que te ocurrió?— me apoyo en la pared mirándola de frente.

—Solo me caí.

—Claro, te caíste sobre la palma de alguien. No soy tonto Nicole, alguien te pegó, puedo verlo.

—No es nada, no te metas.