Capítulo Catorce.

34 3 0
                                    


Miro la mesa de Nicole. Está ahí con sus amigos y amigas. Sus ojos no han dado con los míos aún y es que quiero verla en secreto por un tiempo antes de saludarla como siempre.

Desde que nos comprometieramos a ayudarla el peso de sus hombros pareciera haber desaparecido.

Las mechas de colores entre su cabello negro hoy son verdes y hacen juego con los aros del mismo color.

La camiseta con rayas negras y blancas junto con los pantalones negros de tiro alto me hacen recordar a la antigua Nicole. Esa que amaba las rayas y los colores chillones.

En cierta forma, se siente como un punto medio entre la Nicole de hace cuatro años y la de ahora. Cualquier versión de ella es magnífica cabe recalcar.

—Ya cierra la boca— Cam palmea mi mentón— se te cae la baba.

—Oye, Jax— Alex me lanza una papita— ¿Cómo sigue tu hermana?

—No está mejor pero tampoco peor.

—Oye, hermano, tienes que ser positivo. Si atraes las malas vibras entonces cosas malas pasarán.

—Cameron tiene razón. — mi amigo rubio le lanza una papita a Cam— Me alegra que uses tu cerebro para pensar.

—Lo sé, soy un chico inteligente.

Cam mira a la mesa dónde está su novia y como por arte de magia sus ojos se encuentran al mismo tiempo. Es como estar viendo una película romántica, en primera fila. Claramente ellos son los protagonistas.

Cameron le guiña el ojo y ella le lanza un beso.

—Vaya, esto es interesante.

Mi vista se desvía a Nicole quien ahora me ve, no con odio como siempre lo hace así que me atrevo a levantar mi mano y agitarla hacia ella en saludo.

Nuestra mesa y la de ella queda en silencio profundo cuando levanta su mano y me devuelve el gesto en solo un segundo. Bajo la mía con el resto de mi cuerpo paralizado pero lleno de felicidad y tengo que bajar el rostro para esconder la sonrisa en mis labios.

~~~

—La primera parte del trabajo se entrega este jueves así que hoy resolveremos las dudas previas. — Kim, la profesora de ciencias camina hasta su escritorio y le hace una seña a los chicos de la primera fila— Los demás, sigan trabajando.

—Yo creo que nuestro proyecto es el más bonito.

—No importa que sea bonito, Shepard— los chicos de adelante se voltean al escuchar a Nicole hablar.

Les hago una seña para que dejen de chismosear. Conozco a Dante, un chico de intercambio... Aunque el intercambio duraba dos años y él ya lleva cinco en la escuela.

Él me da una sonrisa del tipo "lo lograste" y vuelve su atención a su trabajo.

Confundido con el gesto de nuestro compañero vuelvo a mirar a Nicole.

—¿Por qué no importa, Anderson?

—Nunca me llamas por mi apellido— ella no lo nota pero está haciendo un puchero demasiado tierno en estos momentos— siempre me dices Nicole, me gusta cuando me dices Nicole.

—Cariño— carraspeo en mi puño— te llamaré como tú quieras, solo dime y yo lo haré.

—No me digas cariño.

—Anotado— retrocedo todos mis movimientos.

—Te decía que lo importante en nuestro trabajo es que sea bueno en información, no importa si es hermoso.

JAXONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora