Capítulo 5

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Cinco Hargreeves.

Me encontraba sentado admirando a una Bella señorita que bailaba en el escenario, había dado con Luther, pero aún no se encontraba así que decidí esperar ahí.

-Demasiado jóven para ti.-miré de reojo a Luther.
-Me alegra verte, Luther.-respondí mientras seguía viendo el espectáculo.
-¿Qué quieres?.-preguntó secamente.

-Que dejes de revolotearme como una stripper y te sientes.-dije burlón, lo miré y él lo pensó para después sentarse.-¿Cuánto llevas aquí?.-comencé con las preguntas.

-Un año, gracias a ti.
-Lo siento. Imagino que no fue fácil.-me disculpé, era una disculpa sincera, aunque igual no me afectaba tanto ya que él solo había pasado un año, mientras que yo... Bueno, unos cuarenta y cinco.

-Los di por muertos.-espetó, algo llamó su atención pero no le tomé tanta importancia hasta que dijo.-debo irme.-se levantó pero no podía dejar que se fuera. No antes de hablar.

-Luther, espera.-tomé su brazo.-¿Lo entiendo, si?.-él me miró algo confundido.-Sé lo que es estar varado en el tiempo, pensando que así va a ser el resto de tu vida. Siempre escondiéndote, sin saber si volverás a ver a tus seres queridos. Y estar en un mundo desconocido.-apreté un poco su brazo mientras imágenes de mi pasado se reflejaban en mi mente, atormentándome, las muertes de mis hermanos, ______, Dolores.-Pero no estás solo. Debemos buscar a los demás porque el mundo se acaba de nuevo en diez días. No tengo idea de cómo detenerlo.-lo miré suplicante, sabía que lo entender...

-Me importa una mierda.-soltó y se alejó. Mierda, sería más difícil de convencer.

Salí corriendo detrás de él para detenerlo.
-¿Qué diablos te pasa?. Dije que el mundo se acaba en diez días.-lo jalé hacia mi.
-Si, bueno, es lo que dices siempre.-discutí un poco con él hasta que me harté y decidí recordarle quien era.

-Y tú eres Número Uno. Número uno.-repetí.-¿recuerdas?.

Él negó.-No hay número uno. Ya no. No en 1963.-entrecerré mis ojos mientras escuchaba las estupideces saliendo de su boca.-Hace un año que estoy aquí solo, ¿Qué esperabas?, sin ______, Diego, Allison.-mencionó un poco triste pero firme.-ni siquiera Klaus.-terminó.

-Te entiendo, ¿si?. Viste morir a Pogo, explotó el mundo y tu trasero viajó por el tiempo.-pude ver en sus ojos que eso le afectó.-Lo siento, ¿si?. Pero te estoy pidiendo ayuda, Luther. La academia Umbrella te necesita.-me interrumpió.

-No me necesita, Nunca lo necesitó.-la señorita a la que le había hablado cuando llegué a este lugar nos interrumpió avisando que el tipo Jack se estaba empezando a molestar con otro, cuando terminó Luther avanzó, así que hice mi último intento.

-Luther, espera.
-Escucha.-dijo con estrés.-Tal vez deberías dejarlo así, ya has hecho suficiente daño, y no hablo sólo por mí, todos ya hicieron sus vidas, tal vez sea tiempo de morir, tal vez sea tiempo de que dejes ir todo y hagas tu vida también.-se detuvo y yo lo miré frunciendo el ceño.-_______ seguro es feliz ahora, dónde sea que esté, tal vez ahora esté con alguien.-apreté mi mandíbula.-pero si tanto quieres evitar el fin del mundo, hazlo tú solo, y déjala en paz a ella y a todos los demás.-él se fue y yo me quedé en mi lugar analizando sus palabras.

Me dirigí a la barra y tomé un trago de mi bebida mientras veía como Luther sacaba a un tipo.

-Papá debió dejarlo en la luna.-hablé para mi mismo, me levanté y saqué una pequeña caja que estaba en mi bolsillo, fue ahí cuando recordé que Hazel la había puesto ahí.

_______ Hargreeves.

Ya era un poco tarde y me encontraba con Harry paseando por las calles muy tranquilamente.

-¿Qué les sucede?.-preguntó Harry mientras veía a lo lejos, seguí su mirada y pude ver a 2 personas corriendo a hurtadillas con vestimentas blancas.

Esforcé mi vista lo más que pude, mierda... Diego.

-Harry, es mi hermano.-murmuré.
-¿El loco?.-lo miré mal.-Diego.-corrigió. Tal vez no le había hablado de Harry a Diego, pero si a Harry sobre Diego.

-Se escapó.-hablé no tan sorprendida, sabía cuánto quería salir de ahí.
-¿Cómo?.-preguntó curioso.
-No tengo ni la más mínima idea, a veces suele ser muy estúpido, entonces creo que su acompañante lo ayudó.-dije refiriéndome a quién había visto corriendo junto a él, miré a Harry que sonrió divertido.

-Tengo que ir.-comencé a caminar pero Harry me tomó de la mano.
-Te meterás en problemas.-me jaló hacia él con una cara de preocupación extrema.

-Es mi hermano.-me solté de su agarre y apresuré el paso hacia donde Diego se había metido.

En ese momento una patrulla pasó a mi lado, el policía me miró extrañado, no había mucha gente a estas horas, seguí caminando hasta que escuché un estruendoso ruido de vidrios rotos, así que corrí, ahí pude ver a Diego y una chica ahora con diferentes vestimentas.

-¡Diego!.-exclamé llamando su atención.
-¿______?.-frunció el ceño.-¿Cómo...?.-no pudo terminar ya que lo interrumpí para contestar la pregunta que sabía cuál era sin siquiera escucharla completa.

-Estaba con un... Amigo, él te vio, te reconocí.-rodé los ojos y lo abracé.-eres un idiota que no se sabe ni esconder.-susurré para luego alejarme, miré a su lado.-¿Hola?.-saludé insegura, todavía no hablo con ella pero no me da confianza.

-Hola.-sonrió ampliamente y yo la miré como si estuviera loca, aunque realmente lo está, ¿no?. Por eso está con Diego.-Estábamos a punto de irnos, ¿vienes?.-preguntó mientras se subía al coche con la ventana delantera rota, entonces fue eso lo que había escuchado, claro.

Yo negué a su pregunta.
-¿Necesitas dónde quedarte?.-me dirigí a Diego.
-No, necesito hacer unas cosas primero, luego hablamos.-no me dio tiempo de responder y se montó al carro junto aquella tipa para después arrancar el coche y desaparecer.

Una mano en mi cintura me hizo asustar.
-Shhhh.-dijeron, estaba lista para atacar pero cuando me di la vuelta, noté esos ojos verdes que me calmaron.

-Harry.-suspiré soltando toda la tensión.-casi me matas del susto.-él soltó una pequeña risa.
-¿Y... Diego?.-alzó una ceja.
-Se fugó de mi también.-levanté mis hombros denotando desinterés, aunque si me importaba, pero no Diego, la chica.

-Cinco.-dijo Harry mirándome, en ese momento yo me quedé estática al escuchar ese nombre.
-¿Qué?.-pregunté en un susurro.

-Cinco minutos para regresar a casa.-habló extrañado por mí reacción. Hace mucho tiempo que no me pasaba algo así, ya que era un número normal y corriente para la gente, me acostumbré a escucharlo en todos lados y lo tomé como algo cotidiano hasta ahora, pero ver a Diego siempre me recordaba a él.

Cinco Hargreeves, déjame vivir por favor. Sal de mi mente.

You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora