Capítulo 39

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-Ven Klaus, ven.-lo acerqué a mi e hice que se levantara.-mírame.-ordené y así lo hizo.-tú puedes. Eres el mejor de todos, de toda esta familia, eres el que menos se ha corrompido, hablando de meterse tanto en esto.-sus cejas bajaron mostrando una expresión triste.-lo que me refiero es que es tu oportunidad de demostrar que puedes hacer mucho más o al menos intentarlo.-lo abracé.

-¿Y si no puedo?.
-Sabrás que lo intentaste al menos Klaus.-sonreí y él asintió con una actitud firme y decidida se levantó y el impacto de la energía lo hizo ir un poco hacia atrás pero eso no lo acobardó y continuó.

Gracias a Diego que había ido primero que Klaus, la manguera para en caso de incendio salió volando a la misma dirección del viento que provocaba la gran energía apuntando a nosotros, Klaus aprovechó para afirmarse de ahí y cada paso que daba podía notar como le pesaba cada vez más y más.

Ay no...
Me asusté ligeramente cuando veía que Klaus de hacía un poco hacia atrás cuando quería de nuevo agarrarse de la manguera para ir para adelante. Por momentos creía que se soltaría pero afortunadamente eso no pasó, finalmente tomó un impulso y tomó la perilla de la puerta.

-¡Es tu turno _____!.-alcanzó a gritar antes abrir la puerta y antes de salir impulsado de una manera muy fuerte hacia atrás, mucho más de lo que Allison y Diego lo habían hecho, al soltar aún más la energía que contenía aquella habitación, liberándola a su máxima potencia diría yo.

-Mierda.-cerré los ojos y me cubrí detrás del escritorio.
Un golpe seco me hizo reaccionar, el cuerpo de Klaus había dado con el de Allison.

-No no no, Mierda, vamos.-traté de usar mis poderes pero parecía como si los hubieran bloqueado, simplemente NO funcionaba.

Asomé mi cabeza por el costado del escritorio y traté de igual manera tomar la manguera que Klaus había usado para acercarse y traté de ir lo más rápido posible para no gastar energía y fuerza.

Una onda gigante volvió a salir de ahí haciendo que saliera disparada junto a Diego.

Cerré y abrí muy fuerte los ojos y pude divisar a Ben que me extendió la mano, la tomé y en ese momento, sólo en ese momento dejé de sentir la presión de la energía y me levanté como si no estuviera.

Miré extrañada a Ben y él sonrió de una forma algo extraña.

-Vamos.-habló y yo asentí aún algo desorientada por el cambio tan repentino, ya que aún podía ver las ondas azules pero ya no las podía sentir.

Antes de entrar en la habitación miré hacia atrás ya que pude sentir una sensación extraña acompañada de un escalofrío que me pedía mirar de nuevo hacia atrás, yo esperando ver sólo los cuerpos de mis hermanos abatidos di una última mirada pero me horroricé al instante en el que me giré.

-¿Ben?.-me tembló la voz y una opresión en el pecho se esparció por todo mi cuerpo, miles de sensaciones llegaron a mi, mis piernas flaquearon y estaba estática.
Había vivido muchas cosas, incluso no me daba miedo morir pero nunca creí presenciar algo así, no tenía ni la más remota idea de lo que estaba pasando.

No podía ser cierto, yo no...

-Todo estará bien ______, está bien, no te preocupes.-habló Ben con voz pacífica intentando tranquilizarme pero to seguía viendo aquella escena que parecía tan irreal, tomó mi mano y dio un tirón para que no prestara atención a lo que había allí, colocó sus dos manos al lado de mi cara tomándola y me dio una mirada que me llenó de paz dándome un poco de seguridad.

Una cosa estaba segura.
Confío en Ben.
Confío en mi hermano.

Dejando ahí los cuatro cuerpos en el suelo.

El de Klaus.
El de Diego.
El de Allison.

Y... El mío.

You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora