You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú

Capítulo 43

-No fue culpa de nadie.-aseguró Vanya.
-¿Y tú que sabes, Vanya?. Ni siquiera estabas ahí.-le respondió algo brusco Diego.

Vanya lo miró para después mirarnos a todos, pero al ver que no hicimos nada simplemente se retiró.

Vi como Diego rodó los ojos.
-Bien hecho, imbécil.-le dijo Luther molesto.

-¿Qué? Eso pensamos todos.-se excusó Diego igual molesto.

-¿Piensas, Diego? No me lo esperaba.-replicó Allison irónica.
-¡Muérete!.-exclamó Diego a Allison.

-¡Oye! Papá tiene razón. Esto no tendría que haber pasado.-Diego se alejó y Luther lo siguió al igual que Allison.

-¿Perdón?
-No puedo hacerlo todo yo.
-Se supone que eres Número Uno.-se escuchaba la discusión a lo lejos.

Klaus dejó de sujetar mi cintura pero tomó mi muñeca casi al instante de haberme soltado y me dirigió al pequeño quiosco que teníamos en el patio.

Klaus esta vez me dejó y se colocó de espaldas a mi, pero pude ver como es que quería hacer funcionar su poder por la característica aura azul que emanaba de sus manos.

Ni él, ni yo decíamos nada, sólo lo veía hacer esfuerzo, fruncí algo el ceño y toqué sus manos para que parara pero creo que eso fue un error ya que su energía me recorrió el cuerpo haciéndome sentir algo de dolor, pero nada que no pudiera soportar.

Klaus me miró algo asustado.
-¿Estás bien, _____?.-se acercó a mí.
-Si, no te preocupes.-le sonreí ligeramente, él volteó de golpe hacia un lado.

-¿Qué pasa, Klaus?.-pregunté, él me miró y tomó mi mano para luego cerrar los ojos.

-¿Dónde estoy?.-preguntó una voz, miré dónde anteriormente veía Klaus y me llevé una mano a la boca instantáneamente.

-En el mundo de los vivos.-respondió Klaus con felicidad.-desde tu muerte, la cosa se puso fea aquí. Todos están alterados.-vi como Klaus sacaba de su bolsillo esa cosa que odiaba con toda mi alma y Ben sonrió.

Su botella de alcohol.
Bebió un trago.

-Klaus.-murmuré, él y Ben me miraron.
Ben sonrió dulcemente.
-Ben...-volví a murmurar.

Ben en ese momento cambió de expresión y miró a Klaus.
-Escucha, tengo que regresar.-avisó.

-¿Por qué? No. Acabas de llegar.-Klaus se acercó a mí y me ofreció la mano, a lo que yo la acepté y tiró de mi hasta estar muy cerca de Ben... O de su espíritu.

Klaus sabía que yo estaba pasmada por eso es que me quiso acercar.

-Lo sé, pero hay una luz y me dijeron que la siguiera.-explicó Ben tranquilamente.

-¿Eso? No te preocupes. Puedes ir cuando quieras.-cuando Klaus dijo eso, lo miré extrañada.

-¿Seguro?.-preguntó Ben.
-Si, totalmente. Confía en mí, Benito.-sonrió.

-¿Le estás mintiendo?.-susurré de forma que sólo él escuchara.

-No irá a ningún lado, yo soy el experto en esto, ¿o no?.-Klaus lo estaba convenciendo cada vez más, lo podía notar.

-No lo puedes retener aquí, Klaus.-volví a insistir por lo bajo.
-Oye, ¿orino en el tanque de gasolina de papá?.-preguntó entusiasmado.

Ben lo miró inocente para después soltar una sonrisa.
-Sí, vamos.-aceptó.

Él y Ben corrieron pero Klaus al ver que no los seguía, de nuevo tuvo que regresar por mi, y otra vez hizo lo mismo, tomar mi mano y jalarme.

Y yo también hacía lo mismo, nada... solo dejarme llevar.

Corrimos al lado del ataúd de Ben y fuimos a hacer lo que más nos gustaba a los tres, molestar a papá.

Tiempo Actual.

Ese recuerdo vino a mi de golpe y una laguna más había desaparecido.

Entonces... ¿Pudo ser ahí donde obtuve parte del poder de Klaus?
¿Por un accidente?

¿Por qué me había olvidado de que había visto a Ben después de su muerte?

¿Un recuerdo bloqueado por mi propia mente?

-Estaremos bien.-susurró Klaus mientras me abrazaba.

Habían pasado tantos años y nada había cambiado.
Klaus seguía siendo el que me consolaba cuando nadie más.

A lo lejos el ruido de un televisor sonaba en el canal de noticias.

-Las autoridades piden testigos para identificar a personas de interés presentes en la plaza Dealey al momento del asesinato.
El FBI sospecha que estas personas actuaron en conjunto con el supuesto tirador, Lee Harvey Oswald.

Por Dios, que estupidez.
Éramos todo lo contrario.

-Vanya Hargreeves, buscada por asesinar a varios agentes del FBI dentro del edificio federal en la plaza Dealey.
Un exiliado cubano conocido como Diego. Escapó recientemente del sanatorio Holbrook.

¿Cubano?

-Un boxeador con presuntas conexiones a la mafia y que lucha bajo el alias "King Kong".

¿Qué mierda? ¿Es enserio esto?

-Allison Chestnut, una radical negra responsable de instigar y organizar los recientes disturbios en el restaurante Stadtler's.

Y por último, Klaus, el controvertido líder de culto y conocido evasor de impuestos.

El FBI pide a la población que esté atenta a estos niños no identificados. Se cree que son rehénes de la supuesta red de terroristas...

Cinco Hargreeves.

-Es cierto. Suelo sentirme un rehén con ustedes.-confesé.
-Odio esa foto.-Diego, serio.

-¿Que yo instigué el motín? Increíble.-Allison, molesta.

-Lo bueno es que restauramos la cronología y paramos el apocalipsis, así que...-Luther, Luther.

Vanya, callada.

-Si, vaya héroes. Dejamos morir a Kennedy.-Diego... Ahora si, Diego.

-Y ahora somos las personas más buscadas del mundo. El FBI, la policía, el Servicio Secreto, pronto sabrán que estamos aquí.-todos estábamos notablemente cansados, sólo queríamos salvar a esta maldita humanidad.