Capítulo 30

5.8K 645 201
                                    

-Queda un minuto.-avisó Luther y golpeó el basurero con el puño.

-¿Qué pasa chicos? ¿Vamos a algún lado?.-preguntó el moribundo y algo ido Klaus.

-Les pedí algo muy simple. Sólo tenían que venir. No tenían que enfrentar un mounstro gigante. Ni un ejército de mutantes, ¡Nein!.-Cinco apretaba sus puños a cada oración.

-Increíble.-soltó Luther incrédulo.
-La teníamos servida en bandeja de plata.-Cinco hizo un ademán.

-¿Podrías gruñir un poco menos? Me explota la cabeza.-repeló Klaus tomando su cabeza entre sus manos.

Parecen enserio comenzar a perder la poca cordura que les quedaba. Todos.

Yo solo veía como se les iba.

-Escúchame, inútil cara de vómito, perdimos la oportunidad de salvar al mundo.-se acercó a Klaus de una manera no muy amable de su parte hasta que un ruido que se repetía comenzó a llegar a mis oídos. El maletín.-Maldita sea.-espetó molesto Cinco.

-Mierda.-maldijo Luther está vez.
Cinco tomó el maletín y lo arrojó lejos de donde nos encontrábamos, un agujero azul brillante apareció llevándose consigo el maletín para después no dejar rastro de ese extraño fenómeno.

Impresionante...

-Estuvimos tan cerca. Tan cerca.-miré a Cinco que decía eso mientras veía donde él había lanzado el maletín.

-¿Y ahora qué?.-cuestionó Luther mientras jugaba ahora con un mechón de mi cabello tratando de distraer su notable molestia.

-Ahora nada Luther, haz las paces con Dios.-Cinco caminaba de un lado a otro como un loco.

Si sigue estresándose de esa manera, así seguramente se quedaría calvo en algunos cuántos años.
Sería raro que lo hiciera antes de los treinta, aunque sería sumamente gracioso ver a un veintiañero calvo.

Mis pensamientos ahora no andaban muy bien.

-¿Qué? ¿Y Allison y Vanya?.-Luther le recordó.

-Qué se pudran. Debieron haber venido.-suspiró y se recargó en la pared.

-¿Quién es Allison y quién es Vanya?.-le pregunté en un murmuro a Ben.

-Nuestras hermanas.-acercó su dedo a mi y yo traté de estirar el mío.
-¿Hermanas? Vaya...-dije, nuestros dedos estaban a centímetros.
-Son buenas, te agradarán.-al fin nuestros dedos se tocaron...

-¡Me puedes tocar!.-volvió a exclamar emocionado.

-Bueno Ben, como eres al único que recuerdo y confío, por favor no me abandones.-él se acercó y me abrazó.-Tienes vómito todavía, no te puedo alejar y esto es asquerosamente lindo.-me quejé después de unas risas.

-Sólo un poco.-sonrió haciendo que sus ojos se hicieran pequeños.
-Ojalá estuvieras aquí Ben.-mi sonrisa pasó de ser una gigante a ser una de lado.

-Recuerda que todo pasa por una razón ______.-Ben al decirme eso me miró con ternura.

-¿Y qué hay de Diego? Es un jóven muy responsable, ¿no?.-preguntó Klaus qué ahora logró sentarse sobre el suelo, Cinco pateó la basura que se encontraba por allí.

-Seguro les pasó algo.-justifiqué a los faltantes aún sin conocerlos.

-¡Al diablo con Diego y todos! Estaba mejor solo en el apocalipsis.-Dios tiene que calmarse.

-Cinco, ¿Qué dices?.-Luther estaba sorprendido de su frialdad.

-¿Sabes qué Luther? Que cada cual haga su camino.-asintió y se acercó a mí con la esperanza de que me iba a liberar.-¿Qué te parece?.-se dirigió de nuevo a Luther pero me tomó sobre su hombro.

-Creí que habías dicho que cada cual por su camino.-me removí.
-Tú no cuentas.-hice una mueca cuando Cinco dijo eso.-¡Ben!.-lo llamé y él tomó mi mano.-¡Estírame! ¡Vamos!.-Ben así lo hizo y Cinco de inmediato se regresó cuando sintió el tirón.

-¡Ben! ¡Suéltala!.-volvió a tirar con más fuerza de mi haciendo que Ben me soltara, estiré mi mano dramáticamente para volver a alcanzarlo pero ya estaba muy lejos.

-¿Es mi impresión o Cinco está más odioso?.-alcancé a escuchar a Klaus.

Si me dieran a elegir a mi, escogería la  segunda opción.
Parecía que estaba a punto de perder la cordura con esta familia, por una parte me alegraba el hecho de no recordarlos ya que sabía que tal vez estaría igual o peor de estresada que Cinco.

-¿Sabes? Deberías tratar de escuchar a las personas, creo que te serviría mucho más que secuestrarlas o huir, sólo digo.-propuse pero no obtuve respuesta, él sólo siguió caminando conmigo sobre su hombro hacia dentro del edificio.-Está bien, como quieras.-bufé.

-¿Y el apocalipsis? Hay que idear otro plan.-insistió Luther cuando se puso a seguir a Cinco.

-¿Acaso no entiendes, Luther? Se acabó. Ya estamos muertos.-le aseguró Cinco.

-¿A dónde vas?.-preguntó frunciendo el ceño.

-Voy a hacer lo impensable.-sentí como Cinco comenzaba a acelerar su paso. ¿Lo impensable? ¿Estaba involucrada en lo impensable o por qué me lleva a mi?.

-¿Qué diablos significa eso?.-volvió a cuestionar, ¡Si!, ¡¿Qué diablos significa eso?!.

-Esperaba no tener que llegar a esto.-decía Cinco mientras abría la puerta de un departamento con una seriedad que me daba miedo.

-¿Llegar a qué, Cinco?.-entramos al departamento.-Cinco.-Cinco cerró la puerta detrás de él y me recostó sobre la cama.-¡Cinco! ¿Llegar a qué? ¡Cinco!.-escuchaba gritar a Luther del otro lado de la puerta mientras Cinco comenzó a hacer otra cosa fuera de mi campo de visión.

You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora