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El tren comenzo a avanzar, asombrado de la cantidad de personas que tambien estaban a su espera.
Comenzé a correr cuando el tren tomó mas velocidad logrando colgarme de un costado, me impulse y brinque muy alto. Las demás personas también hicieron lo mismo, algunas escalaron hacía la parte de arriba del tren, pero yo solo me aferré fuerte por la intensidad del movimiento y el viento helado, las manos me sangraban pero no presté, ahora no importaba mi dolor.
Me arrepentí mucho de mis estúpidas ideas horas después, por qué tenía mucho miedo y frío, nisiquiera sabía bien dónde me dirigía y si el desconocido que me esperaba era buena persona.
Baje del tren la siguiente noche rápidamente solo para comprar algo de comer. Alguien me jaló de la mochila y me hizo a un lado cuando metí las monedas en la máquina.
Un hombre con aspecto peligroso tomo lo que yo había pagado.
Abrió la envoltura y se lo empezó comer.
- ¿Que demonios hace aquí alguien como tú?
Bajé mi gorro tapando mi rostro, su voz fuerte e intimidante me hizo buscar algún camino pasa salir corriendo, pues su tamaño era más del doble que el mío.
Él tren comenzó a andar y yo me desespere, el tipo estaba justo en mi mi camino.
Traté de pasar a su lado y me empujó haciendo que cayera fuerte al suelo.
- ¿Que te sucede niñita?
Él golpe fue seco e hizo que mi rodilla doliera.
Pero no podía pensar en nada que no fuese el tren que ya empezaba a acelerar.
¡Demonios!
Me levanté y lo empujé con todas mis fuerzas para hacerlo aún lado.
- ¡Dejame pasar!
Pero no lo moví, al contrario se acercó a mí y me tomó por el cuello levantandome de un solo esfuerzo, se acercó a mi oliendome.
Su repugnante aliento golpeó mi rostro y me dieron náuseas.
Comencé a patearlo con todas mis fuerzas.
El tren ya empezaba a alejarse.
Y yo entré en pánico.
- ¡Déjame!
- Parece que me divertire hoy contigo, hueles muy bien perrita.
El tren desapareció de mi vista y yo comence a llorar de frustración.
- ¡Déjeme se lo suplico!
El se empezó a reir, parecía que algo en mi le gustaba.
Tenía mucho miedo y no sabía que hacer por más que luchaba para que me soltara él sólo me acerco a él y lamió mi mejilla.
- Te haré gozar.
- ¡Auxilio!
La estación estaba vacía, en el peor de los casos prefería morirme antes de pasar algo tan horrible como una violación.
- ¡Vamos ricura!
Aseguro mis manos detrás de mi espalda agarrándome con tanta fuerza que sentía que me rompería los huesos.
- ¡No por favor, no!
El sonido de unos frenos de un carro rompieron mis gritos.
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Yo aún te amo.
FanfictionEl matrimonio no es fácil y menos cuando el dinero no es suficiente, el amor se difumina en la nada sin que nadie se de cuenta. #25 Kookmin Historia Original Kookmin