31. ¿Es una venganza?

15.9K 2K 275
                                    

El divorcio estaba listo, pero Jungkook aún no estaba preparado para dejarlo ir, al menos no esa semana, aunque solo tenía que viajar y dárselo, a lo mejor pedirle por una última vez que lo pensara y que le diera otra oportunidad.

Una pesadilla se repetía muy seguido en esos días y lo peor de todo era que casi había sido una realidad.
Jimin disparando justo en su corazón acabando así con su dolor. Pero la agonía en la realidad era mucho peor por qué el arrepentimiento le hacía avergonzarse de él mismo todos los días.

Estaba en la penumbra y nada lo podía sacar de allí al menos que pudiera regresar el tiempo, como si eso fuera posible.

Una llamada de su madre lo saco de del trance de tortura, dejó que se perdiera la llamada como todo en su vida al parecer, no quería hablar con ella por qué tenía miedo a sacar toda su frustración en respuesta por su manera de manipularlo para mantenerlo fuera del país, no era solo su culpa también lo había sido de su padre pero no podía ya remediar nada, echándole la culpa de sus propios errores, eso no le traería el amor de Jimin de regreso.

Jimin lo había dicho muy claro.

Jamás tuvo el valor, ahora era demasiado tarde.

Jungkook creía que en ningún  momento hizo algo correcto todas y cada una de sus decisiones parecían explotar en su cara como dinamita.

Su pensamiento decandente, la falta de sueño y exceso de alcohol se estaban llevando su alma a la oscuridad y se alegraba que cuando menos allí, en el maldito infierno personal que se había creado para el mismo encontrara una pequeña  sintonía con su culpabilidad.

El teléfono volvió a sonar.

Contestó al último segundo.

- Dime Madre.

- Hijo, no vas a creer lo que sucedió - Jungkook guardó los documentos en un sobre dispuesto a esperar una semana más para poder hacerse a la idea de que todo había terminado.

- No lo sé Madre, dime.

- Jimin está aquí, hijo, ahora mismo está en la sala de la casa y pregunta por ti.

Las palabras de su madre habían sido claras.

- Hijo, estás bien, por fin después de tanto tiempo buscandolo, apúrate para que puedan hablar.

- Voy para alla.

Jungkook colgó el teléfono.

No, no, no, el quería una semana más, solo eso pedía.

Se levantó llevándose los papeles con el, los pies le pesaban cuando subió a su carro.

Anhelaba verlo de nuevo pero, aún no estaba preparado para dejarlo ir.

No tenía valor para hacerlo pero aún así encendió el carro y manejó hacía la casa de su madre.

Quería llorar pero no lo hizo no cuando se enfrentaría de nuevo a su mirada llena de odio, esa que todas las noches acababa con su vida y que poco a poco había llenado de dolor cada uno de los latidos de su corazón.

Se detuvo detrás del carro rojo, ahora después de sentirse perdido se daba cuenta que en realidad aquel carro iba con su personalidad ruda. Paso un dedo por el borde, pensando que a lo mejor eso sería lo más cerca que lo estaría de el.

Con los papeles bajo el brazo entró a la casa, su madre salió a recibirlo emocionada por la visita pero al ver su expresión atormentada se espanto.

Yo aún te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora