25. Corazón libre

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- No te dejaré de proteger hasta que no encontremos al imbecil que te disparó.

Esas habían sido sus palabras y ahora estaba descargando los paquetes de cervezas de la camioneta y metiendolos al bar apesar del dolor de su hombro.

Era amable hasta rayar en lo tonto.

- Puedo hacerlo yo solo.

Tomé dos paquetes y los metí de un jalón.

- Solo deja que te ayude

Me desesperaba pero no entendía por qué, en realidad el trato había sido que si el permanecía cerca de mi debía dejar de ser tan idiota.
Pero temía haberle pedido demasiado.

- Bien hazlo.

Y lo había "cumplido". Si no contaba las veces que accidentalmente tocaba mi mano o me abrazaba según el cubriéndome de disparos inexistentes.

Golpearlo había sido mi respuesta natural pero luego cuando recordaba la forma valerosa en qué me había salvado la vida, se me pasaba. Así que solo respiraba para tranquilizarme.

- ¡Listo!

- Gracias por tu ayuda.

El salió del bar revisando a ambos lados con un gesto de inspector.

- ¿Todo se ve normal?

El asintió y luego sonrió.

- Ves a descansar HyunJin. Nos vemos después.

- Jimin espera.

Hay vamos de nuevo me queje.

- En verdad no tienes idea de quién sea.

Negué.

- Creo que ha de ser por lo bienes del Sr. Kim.

- Pero si quisieran robarte dinero no sería más lógico asaltar el bar.

Cerré los ojos. Había pensando en tantas posibilidades que estaba quedando loco.

El dinero era la única razón.

- Hay algo que no te he dicho, el Sr. Kim no sólo me dejó el bar.

Curioso se acercó.

- Hay dinero en el banco, mucho dinero.

- ¿Por que no lo gastas?

- No lo gastaré tonto,  el Sr. Kim fue una persona muy especial para mi, acepte el bar por qué es algo que no cualquiera sabe trabajarlo pero el dinero es otra cosa.

- Entiendo - el pensó un largo rato - podrías dárselo a su familia.

Negué.

- Su padres fallecieron y no tuvo hijos ni hermanos. 

Él se había acercado más a mi y yo retrocedí dos pasos tomando la puerta para cerrarla. A este paso me abrazaría de nuevo como era su costumbre.

- Podrías ocuparlo para irte de aquí, viajar, conocer nuevos lugares o vivir en la ciudad.

Lo miré con astio, era en ese pueblo donde había conocido al Sr. Kim y en agradecimiento a todo lo que hizo por mi, yo cuidaría de su legado.

- No gracias.

- Pero...

- Pero nada HyunJin, a mí no me interesa una vida asi, además aquí estoy bien.

- Podrías estar mejor.

- ¿De qué lado estas?

- Es peligroso, todas las noches hay peleas.

Sonreí.

- Me gusta el peligro.

Se dio la vuelta y camino hacía la calle.

- En verdad no te entiendo Jimin, pero está bien, así me gustas.

Iba a replicar pero él ya se había subido a su camioneta y se reía desde la ventanilla haciéndome adiós con la mano.

- Por que tiene que molestarme tanto.

Subí a la pequeña recámara y me acosté viendo el techo. Pensando en mil posibilidades.

A lo mejor si ese dinero hubiese llegado antes cuando mi más grande deseo era subir a un avión no lo hubiera dudado ni un segundo. Pero ahora todo era distinto.

Mucho tiempo no me permití pensar en esa parte de mi vida sin sufrir un golpe de furia conmigo mismo, me costaba aceptar que aquella persona tan ilusa había sido yo, pero ahora,  despues de viajar a Seúl de nuevo y visitar la tumba de mi madre me di cuenta que ya nada pesaba en mi corazon, esa necesidad de tomar un vuelo hacía otro país ya se había ido.

Con tranquilidad podría decir que mi corazón ahora estaba libre, que ese sentimiento tan arrasador que experimente fue potencializado por mi necesidad de protección, más no por algo real. 

Ahora, tal vez, solo talvez podría ser el momento de empezar de nuevo.

Aunque seguía dudando que HyunJin fuese el indicado.

Me reí por qué mi actitud agria hacia él era mi nuevo yo, uno más consciente y realista.

Simplemente ya no sabría cómo volver a ser dulce.

Poco a poco el cansancio se llevó mi consciente y me hundi sueño profundo.

Jungkook se estacionó frente a la vieja casa color vino, rectificando la dirección con su GPS.

Bajó del carro de lujo color blanco, mirando alterado los alrededores, no entendía por qué Jimin había escogido un lugar tan insalubre como aquel para vivir.

Se aproximó a la puerta de madera y tocó.

Se acomodó el saco y pasó los dedos entre sus sedosos cabellos negros.

Quería impresionarlo.

Quería besarlo.

Quería amarlo.

Pero nadie abrió la puerta.

Volvió a tocar ahora con más fuerza pero nunca obtuvo respuesta. 

Después de esperar durante toda la tarde sacó las fotos y vio la fachada del bar.

Arrancó el carro y se dispuso a encontrar ese lugar.

- Pronto te sacaré de este horrible lugar mi amor.

Soy team HyunJin 🙄

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Soy team HyunJin 🙄

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Yo aún te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora