RubiusBowl Month

XIX - Final Parte 2

Alexby se sentó a escuchar a sus compañeros, con toda la buena intención del mundo se quedó en silencio y captó toda historia de lo que había sucedido en las últimas semanas. Aunque tenía que admitir que la presencia de Vegetta y la forma en la que actuaba lo tenían bastante contrariado. Después de su confesión y el rechazo, su corazón había estado bastante susceptible a las emociones. Y no es que odiara a Rubius, pero en ese momento hervía con envidia al ver que el oso tenía el corazón de Vegetta totalmente conquistado. 

-Creo que se quien es la chica que viste, Lolito- el policía rebuscó en su teléfono hasta dar con una foto. En ella aparecía Rubius al lado de la rubia que habían visto salir de la torre varias veces.

-Si, definitivamente es ella- el pelirrojo asintió entusiasmado mientras Alexby dejaba salir un sonoro suspiro. 

-Me lo imaginaba, aunque no esperaba que ella y sus compañeras fueran capaces de organizar un secuestro por puro despecho- Vegetta frunció el entrecejo al escuchar las palabras del más jóven, necesitaba una explicación más concreta en ese momento. 

-Vas a tener que decirnos un poco más para que entendamos Alex- el comisario asintió y con la cabeza y suspiró una vez más. Trataría de resumir la historia para que sus amigos entendieran todo. 

-Pues, esa chica se llama Nieves. Hace unos años Rubius, Mangel y yo encontramos un poblado abandonado y entre los escombros de una casa estaba ella. Sólo que cuando la conocimos tenía una maldición encima y su aspecto era el de un muñeco de nieve. El caso es que, Rubius se sintió muy mal por su situación y se la llevó con él para ayudarla, ninguno de nosotros estaba seguro de cómo hacerlo pero él quería intentarlo. El tiempo pasó y parecía que nunca lograría devolverle su forma, pero siempre estaba con ella y la cuidaba como podía, incluso llegó a hacerle un cuarto especial de nieve.  Fue entonces cuando una mujer mayor llegó a nosotros y nos suplicó por ayuda para salvar a un grupo de doncellas que estaban encerradas en una dimensión de dulces. Nos ofrecieron una recompensa bastante sustanciosa así que fuimos por ellas sin pensarlo. Derrotar a la malvada bruja que las tenía encerradas fue difícil, pero lo logramos sin mayores pérdidas. Y para cuando regresamos, la chica había recuperado su aspecto y era esa dulce rubia que les enseñé en la foto. Rubius se alegró mucho de poder ayudarla, pero ella parecía haberse enamorado de él. Era bastante evidente en la forma en que lo veía y actuaba a su alrededor, y claro, lo que ella no sabía es que a él nunca le gustaron las chicas. Y pues, eventualmente se enteró, él trató de explicarle que nunca la había considerado más que una amiga y le dijo de una forma bastante desagradable que nunca podría estar con ella. Nieves y varias de las doncellas de la torre se marcharon para no volver más.- Alexby terminó de hablar ante las atentas miradas de sus compañeros.  Aunque Vegetta fue el primero en reaccionar, tenía más preguntas.

-Hablaste algo de los rapitoris antes, ¿quienes son ellos?- el policía le vió furtivamente antes de hablar de nuevo. 

-Son un grupo de terroristas que han estado en Karmaland por mucho tiempo. Parece ser que hace unos meses estuvieron en contacto con  la hermandad oscura y no llegaron a un buen acuerdo. La secretaria del ayuntamiento, Alondra, había sido secuestrada y nos contó que habían sido ellos, y que antes de escapar vio como varios fueron asesinados por los tres miembros de la hermandad. Al parecer se quedaron con la guarida, pero la policía no ha sido capaz de localizar el lugar aun. De lo que sí estamos seguros es que los rapitori son un organización muy grande y tienen muchas bases en los pueblos cercanos, supongo que Nieves dio con ellos de alguna forma y se les unió- Vegetta se cruzó de brazos y se quedó callado un momento, ahora comprendía mejor la situación. Pero no podía decirle a Alexby que Rubius era un miembro de la hermandad. Y parecía ser que sus compañeros pensaban igual, porque nadie reveló eso al policía, ni siquiera Luzu.