RubiusBowl Month

I Lencería - Rubiusplay

Rubius se encontraba sentado en la sala de su casa mientras observaba fijamente una caja rosa frente a él. Hacía más de dos semanas que se había animado a hacer el pedido a una página muy popular, pero ese era el día en que aún no se decidía a usar lo que había en el interior de esa caja. Se pasó una mano por el cuello de forma nerviosa y llevó su mirada a Coringa, quién le veía desde un rincón con una expresión de duda.

Su teléfono vibró anunciando que era hora de ir a la guarida de la hermandad oscura, ese día harían algo importante. Apagó el teléfono mientras se decidía al fin, tomó la caja rosa y se encerró en la baño.

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Willy y Fargan le esperaban con cara de pocos amigos por llegar tan tarde. Todos portaban sus trajes de la hermandad y en sus mochilas llevaban las herramientas necesarias para llevar a cabo el plan del día: robar la sirena de Auron.

Se habían enterado por boca de Fargan que el psicólogo había dejado las torretas desactivadas y eso les facilitaba las cosas. Porque Luziana estaba en el techo de la casa sin protección aparente, ni siquiera tenía cristal reforzado.

Rubius sería quien liberara a la sirena y sus compañeros tratarían de meterla en un golden lazo que habían crafteado con el sólo objetivo de llevársela; era un plan perfecto. Así que tomaron sus chocobos y emprendieron vuelo hasta la casa de Auron, a la que no fue difícil llegar gracias a la plataforma roja que había en el pueblo.

El chocobo les facilitó la llegada al techo y ahí se encontraron a la sirena cantando distraídamente dentro de su piscina. Estaban lo suficiente alejados para no provocarla, así que Fargan tomó los chocobos y bajó del techo. En cuanto sus compañeros atraparan a Luziana podrían huir con facilidad, así que Rubius empezó a colocar la dinamita con cuidado; Willy se alejó un poco y con una señal le indicó a su compañero que podía proceder.

Pero cuando el explosivo logró romper los cristales se dieron cuenta que era una sirena con poderes y que el golden lazo no funcionaba con ella. Rubius sintió el pánico invadirlo cuando sus pies se encontraron con un boquete que habían abierto los explosivos, el típico vacío en su estómago se hizo presente antes de caer de trasero contra el suelo del piso más alto de la casa de Auron. Gimió de dolor pero no tuvo mucho tiempo para quejarse porque Gustabo se abalanzó contra él. Gracias a sus buenos reflejos logró esquivar el golpe y bajó a toda velocidad por las escaleras.

Hasta ese momento habían estado seguros que Auron no estaba en casa, pero cuando el oso quedó frente a frente con él se dio cuenta que no habían hecho bien sus investigaciones. Sintió como el psicólogo le daba un golpe en el estómago y lo dejaba sin aire al instante. Acto seguido lo arrastró hasta su sala de cofres y cerró la puerta de escáner tras entrar, a lo lejos se escucharon las voces de Fargan y Willy desapareciendo.

-No creo que tus amigos se atrevan a volver con las torretas activas y Luziana suelta. Así que, ha llegado el momento de que te quites esa máscara y me dejes ver quién eres. Tú y yo sabemos que no eres rival para La Saqueadora y no creo que estés dispuesto a perder todo lo que llevas encima- Rubius sintió como una gota de sudor caía desde su frente y se perdía en su cuello. Estaba analizando sus opciones y se debatía cuál sería la mejor, aunque para ese punto ya no había mucho remedio. Dejó salir un suspiro pesado y se quitó la peculiar máscara de un movimiento, instantáneamente escuchó la risa de Auron inundar el lugar.

-Pero si es el calvo tóxico, debo admitir que esto es algo que ya me esperaba, pero vaya que me causa mucha gracia- se acercó a su rostro y le quitó por completo la máscara.

-Bueno, ahora que se uno de tus secretos creo que me tendrás que dar algo a cambio para que no hable. Ya sabes, no vaya a ser que se me escape frente a Vegetta un día de estos- le sonrió con malicia, pero para su desgracia era una amenaza sin fundamentos porque Vegetta ya lo sabia.