When I say goodbye to you

14

Zhan se movio entre sueños, entrecerrando los ojos ante el ardor que sintió en ellos.

Quizo volver a dormir pero era incapaz de conciliar el sueño, aparte le dolia la cabeza.

No tenia idea de como habia llegado a su cama, lo ultimo que recordaba era la discusión con su hermano, sintió algo amargo en su corazón.

Por otra parte, estaba muy preocupado por Yibo al notar la nieve cayendo, era una fria noche.

Bajo las escaleras con una vela en la mano y en la otra cargando unas mantas con relleno de borrego.

Ya se habia colocado un abrigo, su bufanda y los zapatos cuando su salida fue interrumpida por una voz.

-Zhan, ¿A donde vas?.

El joven se giro asustado y vio a su madre en la sala tejiendo.

-Mamá, ¿Que haces despierta a estas horas?- preguntó.

-Estoy esperando a que tu hermano regrese, no ha llegado, creo que me excedi un poco.. le pedi a tu padre que me dejara aqui.. ¿Que haces saliendo a estas horas?- dijo su madre.

Zhan desvio la mirada sin saber que decir y su madre sonrio al ver un sonrojo cubrir las mejillas de su hijo.

-Esta bien, no es necesario que me respondas... Ten cuidado.

El menor se aclaró la garganta y asintio abriendo la puerta saliendo del lugar.

Un fuerte viento le pegó en su rostro y entrecerro sus ojos, camino con gran dificultad al bosque, el sendero estaba cubierto de nieve.

Al ingresar al bosque encendio su lámpara para poder ver, apretó el agarre en las cobijas.

-¡Yibo!- exclamó con voz ronca.

Se adentró sintiendo los mechones de su pelo pegarse a su rostro.

-¡¿Donde estas?!- repitió.

Pero nada.

Su caminar se hizo mas dificil a medida que entraba más, el nivel de nieve aumentaba en suelo.

Tosio y se sorbio la nariz.

-¿Que diablos haces aqui con este clima- se oyó.

Zhan alzo la mirada viendo al alfa parado sobre una roca, una sonrisa temblorosa aparecio en sus labios.

-Pense.. Que tendrias frio asi que te traje unas mantas- dijo con la voz rota.

Trato de avanzar hacia el pero su cuerpo se fue para adelante siendo atrapado por Yibo, las mantas cayeron sobre la nieve con un sonido seco.

-Idiota solo a ti se te ocurra venir asi- murmuró con preocupación.

Observo los labios morados del mayor y sintio los temblores de su cuerpo.

Se agachó y tomó las mantas y se las colocó encima a Xiao Zhan, el mayor lo vio con intriga y con el cansancio pintado en su rostro.

El alfa lo cargo en sus brazos, apegandolo a su pecho para transmitirle un poco de calor.

Llego a una cueva e ingreso, con cuidado dejo a Zhan en el suelo para después acomodar las mantas en el, colocó al mayor en ellas, se enfocó en poner mas ramas en la fogata improvisada que había elaborado y al terminar se recosto a su lado.

Xiao Zhan se había quedado dormido, su pecho subia y bajaba suavemente y pequeños ronquidos salían de sus labios.

Sus mejillas estaban sonrojadas y su cuerpo seguía temblando por el frío.

-Beta..- susurró.

Lo atrajo hacia el con un abrazo, dejando su cabeza encima de su pecho y tomo una de las mantas tapandolos a ambos.

Coloco uno de sus brazos detras de su cabeza y observo el techo de la cueva ser iluminado por la luz del fuego.

Su celo habia terminado hace poco y realmente sufrio demasiado, fue doloroso.

Los supresores no existian en este mundo, temia que su lobo demandará tanto a Xiao Zhan que lo reclamará y teminara tomandolo y hasta quizas llegar a morderlo.

Sabía que el joven no resistiria eso.

Xiao Zhan era hermoso, de eso no habia duda y sentia una enorme conexión con el.

Como si... Como si ambos estaban destinados a encontrarse.

El agarre del mayor sobre su playera lo desvio de sus pensamientos y bajo la mirada viendo que seguía en le mundo de los sueños.

Cansado dio un bostezo y cerró los ojos.

🌿

-¿Donde esta Zhan, mujer?- pregunto su esposo mirandola.

El padre se habia levantado y no vio el almuerzo preparado, Xiao Zhan era quien se encargaba de eso y no habia nada.

-Se fue al pueblo- murmuró.

-¿Tan temprano?.

La mujer asintio.

-Darren no regreso, deberías preguntarle a los vecinos si no lo vieron, no vaya a ser que le halla pasado algo- murmuró con preocupación.

-Dejalo, estoy totalmente seguro que todavia a de estar bastante enfadado, volvera... Bueno mujer, entonces ire a comer con mi amigo, ¿Vienes?.

-No gracias, provecho.

Y el hombre salio de casa dejándola sola, avanzo hacia la ventana, levantando la cortina y dirigiendo su vista al bosque.

Xiao Zhan trato de estirarse mientras daba un gran bostezo pero su moviento fue detenido por algo duro.

Alguien rodeaba su cintura con unos fuertes brazos y oia el palpitar de su corazón al tener su cabeza apoyada sobre su pecho.

Abrio los ojos sorprendido viendo a Yibo dormitar y aferrandose a el.

Se sonrojo y su corazón latio a un ritmo desenfrenado.

El cuerpo del menor despedia cálidez ahora entendia por que el frio no le afecto en lo que resto de la noche.

Trato de levantarse, se habia quedado dormido y no habia regresado a su casa.

Mierda.

Pero el agarre era demasiado fuerte.

-Yibo, levantate..- llamó con desespero.

Comenzó a moverlo de un lado a otro repitiendo una y otra vez. -Despierta.

Yibo soltó un quejido y abrio los ojos cansado.

-¿No puedes dormir un poco más?- pregunto con voz ronca.

-Vamos sueltame, tengo que regresar a mi casa.

El menor volvio a cerrar los ojos y Zhan se desespero.

-¡Yibo!- exclamó molesto.

-Cinco minutos- susurró sobre su oido con un tono seductor.

Zhan sintio una corriente subir por su espalda y sus dedos del pie hacerse chiquitos.

-¡Oh, jodete!... No hagas eso- dijo en voz baja.

El menor se levantó aún con su cuerpo atrapado en sus brazos y le dio una sonrisa burlona.

-¿Te he dicho que tu tienes una boquita muy sucia?

El pelinegro abrio los ojos ante aquellas palabras y se mordio la lengua avergonzado.

-¿Y que si lo hago idiota?- lo desafio.

El alfa saco uno de sus brazos y delineo los labios del mayor con sus dedos con extrema lentitud.

-Necesita una limpia.. ¿No crees?

Xiao Zhan desvio la mirada apenado y Yibo aprovechó y se acercó para tomar sus labios.

Segundo capítulo.

Ahora si huyo que no he lavado los trastes 👉👈

Nos vemos a la próxima