Crystals Of Love [MewGulf]

TWENTY NINE

—¿Qué mierda está pasando? — exigió Kao mientras entraba con paso largo en la sala de espera de Urgencias. Mew se giró y luego les hizo un gesto tanto a Singto como a Kao para que se dirigieran a una de las salas privadas más pequeñas donde los médicos se reunían con los familiares.

—Tenemos un grave problema —dijo Mew seriamente.

—¿Qué demonios le ha pasado a Gulf? —preguntó Kao—. Singto me ha llamado muy preocupado por Turbo y Krist, me dijo que los encerrara a ambos y que me asegurara de que estuvieran a salvo. He llamado a YongGuk y a Joon y ahora los dos están extremadamente cabreados porque he hecho que los vigilaran y tienen miedo y quieren saber qué coño pasa, ¡lo cual no he podido decirles porque ni yo mismo lo sé!

Mew levantó una mano y se metió la otra en el bolsillo. Sacó las fotos que había encontrado en la mano de Gulf y se la mostró a Singto.

La expresión de Singto fue una mezcla de conmoción y rabia. Y luego, extrañamente, de culpabilidad también. Se puso gris y seguidamente retrocedió dando tumbos hasta sentarse en una de las sillas. Escondió el rostro entre las manos y arrugó la foto con uno de sus puños.

Kao se las quitó y miro la foto donde salían Turbo, Krist y Gulf  y luego empalideció al ver Jasón Chan, Krist y Turbo en un club de intercambio de parejas.

—¿Qué mierda significa esto? La explosiva pregunta de Kao retumbó en la habitación.

—Gulf las tenía en la mano cuando llegué —dijo Mew con voz queda—. Y luego me dijo que el hombre que le había dado la paliza tenía un mensaje para mí, para ti y para Singto.

—¿Qué? —dijo Kao con incredulidad.

—Le dijo que lo arruinamos y ahora él nos va a arruinar a nosotros. Diría que Gulf fue el primer objetivo porque era el más fácil. Estaba solo y vulnerable. Sería mucho más complicado acercarse a Turbo y Krist.

—Quiero saber de qué coño va esta foto —dijo Kao en un tono furioso—. Ese de la fotografía era Jasón Chan. ¿Es él el que le ha hecho daño a Gulf y ahora nos está amenazando?

—Sí —respondió Singto con desolación.

—¿Qué sabes tú que no nos hayas contado? —preguntó Mew con un tono peligrosamente grave. Era evidente por la expresión del rostro de Singto que había muchas más cosas que Mew y Kao no sabían. Singto se pasó una mano por la cara con cansancio; sus ojos rebosaban de angustia.

—Lo que voy a decir los va a cabrear a ambos. Pensé que era algo que habíamos dejado atrás Krist y yo, pero aparentemente me equivoqué.

—Sí, diría que sí —soltó Kao con mordacidad—. ¿Qué demonios has hecho, Singto?

—Cuando Krist y yo comenzábamos la relación, fuimos a París por negocios, en ese viaje nos peleamos y en un esfuerzo por distanciarnos, por demostrarme a mí mismo que solo era sexo, preparé algo en París.

—¿Qué quiere decir ese algo? — gruñó Mew. Singto soltó su respiración.

—Krist y yo, como dije habíamos discutido, antes, su interés por estar con otro hombre. Conmigo, quiero decir. Supongo que era más o menos como tú y Kao cuando tenían tríos. Así que lo preparé con Jasón Chan. Joder, esto es complicado. Kao miraba fijamente a Singto con los ojos echando chispas.

—Las cosas se salieron de madre. Yo no estaba seguro de querer hacerlo, estábamos en un reservado. Salí y deje Krist un rato tenía una llamada de mis padres. Le dejé claro a Jasón que no lo tocara. Pero cuando volví al reservado dos hombres tenían agarrado a Krist y Jasón estaba intentando meterle la polla en la boca y luego lo golpeó cuando el protestó.