Crystals Of Love [MewGulf]

FINAL

—No me puedo creer que hayas hecho esto por mí —dijo Gulf impresionado mientras se quedaba mirando el salón del hotel Bently atiborrado de gente.

—Yo no hice nada, Gulf. Eres tú. Les encanta tu talento. Vas a venderlos todos en la primera media hora.

Gulf miró la gran variedad de gente que estaba admirando su trabajo mientras bebía un champán muy caro. Todo el mundo estaba aquí. Había celebridades por todas partes! Estaba impresionado por los nombres de algunas personas que habían asistido. ¡Y estaban aquí por sus cuadros! Volvió a mirar a Mew y se pegó más contra él.

—Oh, mira, ¡ahí están los demás! —exclamó Gulf separándose de Mew para ir a saludarlos.

—¡Gulf ! —gritó Jihyun mientras envolvía a Gulf en un enorme abrazo—. ¡Eres famoso! ¿Has visto toda la gente que está perdiendo la cabeza por tus cuadros? Gulf le correspondió al abrazo y sonrió a Ryul, que se había quedado con cariño junto a Jihyun mientras esta atacaba a Gulf.

Turbo y Krist empujaron a Singto y a Kao en el momento en que Jihyun soltó A Gulf y lo abrazaron con fuerza.

—¡Dios, se ven bien! — dijo Gulf admirando lo elegantes que se veían.—Su voz bajó hasta ser un susurro—. ¡Ya sé lo que van a hacer más tarde! Todos se rieron y luego Krist dijo:

—¡Eh, dónde está el champán!

¡Tenemos que empezar a beber! Los chicos gimieron, pero no hubo ni uno solo al que no le brillaran los ojos. Sí, ellos también sabían lo que obtendrían más tarde.

Gulf esperaba tener luego su propia fiesta privada con Mew entre las sábanas. Había sido extremadamente tierno y paciente con él durante su recuperación. Él había tenido que atacarlo a él al final porque se había negado a tocarlo, y mucho menos a tener sexo, hasta que no tuviera la certeza absoluta de que estaba curado. Y aun así, no había hecho más que hacerle el amor con dulzura y exquisitez.

No es que él se quejara, pero se moría de ganas por volver a retomar una relación sexual normal con su hombre dominante. Gulf podía ver en sus ojos el deseo de no recordarle lo que había pasado. Había sido extremadamente cuidadoso, y había estado muy preocupado porque de alguna manera él lo relacionara a él con la agresión que había sufrido. Pero el adoraba esa fina línea entre el dolor y el placer, entre lo que era demasiado y no suficiente. Lo quería de nuevo. Quería que perdiera el control que tenía tan amarrado y que desencadenara sus oscuros deseos en ambos.

Se estremeció de solo pensar en ello. Esta noche. Esta noche no le iba a dar más opción. Quería todo lo que él pudiera darle. Quería sentir el contacto del cuero contra la piel de su trasero. Quería que lo atara y le hiciera lo que quisiera. ¡Quería que Mew volviera!

—Les voy a robar a Gulf y lo voy a llevar por todo el salón. Quiero presentarle a varias personas. Volveremos en unos minutos —dijo Mew.

Mew lo guio a través de la multitud, parándose de vez en cuando para presentarle a gente a la que apenas pudo soltarle un hola sin tartamudear. No sabía qué decirles a todas esas personas que hablaban efusivamente de su trabajo. Nunca hubiera soñado con que nadie estuviera tan emocionado por sus pinturas. Y tenía que darle las gracias a Mew por eso.

—Gracias —susurró—. ¡Esta es la noche más increíble de mi vida!

—Me alegro de que lo estés disfrutando, cariño.

Esta es tu noche, para que brilles. Pero no te preocupes porque habrá muchas más. A juzgar por lo rápido que se han vendido tus cuadros, vas a estar muy solicitado. Puede que me arrepienta de haberte hecho esto porque te pasarás todo el tiempo pintando y te olvidarás de mí.