XXI

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Ethan

Llevaba una camiseta de mancas cortas con un estampado floral muy bonito. La camiseta era pegada, se ceñía a toda la hermosa figura de Jessica, también llevaba una falda rosa, estaba guapísima.

Menudo gilipollas estaba hecho.

Hablé con Rubén de lo que me estaba pasando con Jessica justamente la noche anterior, él es un romántico, y cualquier roce con cualquier persona, se imagina un mundo. Podría ser perfectamente escritor de Wattpad si él quisiera, tenía una gran imaginación que en algunas ocasiones, detestaba. Me dejó con bastante dudas.

Dudas que iban a ser respondidas esa misma tarde. Solo que Jessica no lo sabía.

Y yo tampoco.

Se sentó a mi lado y un gran olor a vainilla inundó la habitación.

Me encantaba ese olor, ella siempre olía así. Me daban ganas de abrazarla y no separarme de ella nunca.

《Joder, hablar tanto con Rubén me está afectando》.

Empezamos a hacer el trabajo, se la notaba algo incómoda. Raramente yo también me sentía un poco así. Nunca me había sentido así por una chica.

《¿Jessica qué me estás haciendo?》 Pensé.

Estábamos en silencio, ella estaba escribiendo en mi ordenador. Tenía el ceño levemente fruncido junto a sus labios. Siempre se ponía así cuando estaba concentrada.

Me reí, no sé por qué. Me salió solo. Me parecía que Jessica desprendía demasiada ternura.

Ella frunció más el entrecejo y me miró.

-¿Qué pasa? ¿Qué me miras? -me preguntó con un toque molesto en sus palabras.

-Nada, eres muy guapa, solo eso -le dije sin más. A mí me pareció un cumplido de lo más bonito, pero a ella no le hizo mucha gracia.

-¿Qué quieres, Ethan? -cuestionó cansada.

¿Qué le pasaba? Creo que fue el primer halago que le hice y, ¿se lo tomó así de mal?

Supongo que le gustaba más el rollo de que le insultasen y le pegasen en la cama. Eran fetiches, al parecer, sus fetiches, no diría nada al respecto.

-¿Que qué quiero? -repetí medio riéndome. La situación era graciosa. No sabía porque estaba tan enfadada conmigo, yo no le había hecho nada.

-No me cuadras -me acusó con los ojos entornados.

-¿Qué he hecho ahora? -dije sonriente. Me encantaba cuando se enfadaba.

-Nada... quiero decir... todo, en plan... argh -intentó decir.

Solté una carcajada y por lo que sea, ella se molestó aún más.

-Empieza por el principio, Jessica -me reí.

-Tú... ellos... y Helena... mira, ¿sabes qué? Déjalo -intentó explicarme de nuevo pero se volvió a quedar en el intento.

¿Qué pasaba con Helena? ¿Había algo que me había perdido? ¿Quiénes eran "ellos"? ¿Qué cojones le pasaba?

-¿Vaaale? -comenté algo aturdido

Ella me miró fijamente y luego sonrió.

-Tú también estas muy guapo cuando te concentras, te salen arrugas por aquí -me tocó las cejas, me reí y negué con la cabeza.

Esta chica era todo un misterio. A la vez que muy bipolar.

-¡No es verdad! -admití en mi defensa, y por fin, ambos reímos.

EtéreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora