La lluvia no perdía la intensidad, las calles estaban cubiertas por agua que se dirigía al alcantarillado, solas; las personas yacían refugiadas en sus casas ¿Quién disfrutaría de un atardecer lluvioso?. Por las escaleras de emergencia de un edificio bajo un castaño, Alex; salió del callejón y dirigió una mirada carente de emociones a su alrededor, solo él se encontraba en las lluviosas calles. Con pasos pesados camino por las calles, el agua salpicaba con cada uno de sus pasos; paso por calles, callejones y delate de un pequeño parque solo para llegar a su destino. El bar "Red Paradise"; por unos momentos un recuerdo fugaz paso por la mente del castaño.
-Espero nunca verte en un sitio como este, Alex.-dijo una persona mientras esté veía un bar con una leve sonrisa en su rostro.
¿Como olvidaría esa dulce voz con las que se pronunciaron esas palabras? Simplemente era imposible; olvidar a la persona que te mostró el cielo... La que te regalo el paraíso y la paz... El chico soltó un suspiro de frustración acompañado de unas simples palabras.
-Lo lamento.
Un bar hermoso y grande con toques modernos, no parecía la típica taberna de mala muerte, es un lugar con clase. El castaño camino hasta la barra que era atendida por una chica rubia, vistiendo una simple camisa blanca junto a unos pantalones negros. La rubia vio a Alex de pie a cabeza, luego se acercó a él con una sonrisa en su rostro.
-¿Qué te sirvo cariño?.-pregunto con una voz cargada de lujuria.
Alex solo observó a la chica detalladamente, es realmente hermosa, se parece un poco a alguien de su pasado; la chica pudo ver algo en el rostro de Alex que le congelo la sangre, esa expresión desinteresada cambio por unos segundos a ira pura; incluso podía jurar que por unos segundos los ojos del chico se volvieron completamente blancos. Por alguna razón que ella misma no entendía le asustaba la persona que tenía al frente. Otros segundos de tensión transcurrieron entre ambos, la expresión desinteresada ya había vuelto al rostro del castaño, y esto solo inquietaba más a la rubia, siguió así por otros momentos, hasta que alguien apareció detrás de Alex.
-Vaya, verte aquí es algo muy sorpréndete.-hablo una chica y dejó su mano sobre el hombro del castaño.
-Hola, Bloodqueen.-contesto el chico y se dio la vuelta para ver a la chica.
De cabello rojo que caí como cascada hasta su espalda baja, piel clara, iris de color rojo y pupilas con un tono amarillento, vistiendo una chaqueta negra, abajo de esta una camisa roja, pantalones negros y botas militares, de cuerpo bien desarrollado y un poco más alta que Alex, esta es Bloodqueen la dueña del bar "Red Paradise".
-¿Qué te trae por aquí enano?.-pregunto con una sonrisa la pelirroja.
-Quería hablar contigo.-contesto a secas el castaño.
La pelirroja vio al castaño con duda, el chico solía ser serio, pero no tanto, ni siquiera había dicho un chiste. Sin decir algo más la pelirroja empezó a caminar y detrás de ella fue Alex, se dirigían a la terraza del bar. En la cima habían unas pocas plantas sembradas y unos sofás, había también un techo que los protegía de la lluvia;el chico se sentó en el sofá y recostó su espalda contra el espaldar, mientras que la chica se sentó en un pequeño sofá que estaba delante del gran sofá en el que estaba Alex.
-Esto me trae recuerdos.-dijo la chica después de segundos de silencio.-Los tres subíamos al tejado del instituto, que recuerdos, dime ¿Aún.
-Megan.-interrumpió Alex llamándola por su nombre;su expresión mostraba nostalgia... Y dolor.-No vine hasta aquí para recordarla.-dijo para recuperar su expresión desinteresada.-Queria preguntarte... ¿Que sentiste la primera vez que asesinas te?.-soltó al fin su pregunta.

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Los Kustermen
Ficção Científica"La realidad innegable de la humanidad es que: por más avanzada que esté siempre serán peor que cualquier cataclismo, en una simple palabra, monstruos" Hace 50 años o más una parte de la humanidad cambio, evolucionaron y lo que antes eran sueños de...