Jake despertó algo desorientado, hacia demasiado tiempo que no dormía tan bien, vio a su alrededor, estaba en una pequeña habitación de color azul claro; le daba paz. En la mesa delante de él había una toalla junto a unas ropas, vio directo al baño y decidió darse una ducha, enserio había pasado tanto tiempo desde que hizo esto, hace tanto no tenía esta paz. Después de media hora el adolescente salió del baño y tomo la ropa que había en la mesa, un suéter negro con una calavera de cristal pintada en su espalda, pantalones blancos con unas cadenas en sus bolsillos, y zapatos deportivos negros; después de vestirse con eso se puso sus guantes azules metálicos y se vio en el espejo.
-¡Me veo muy normal para mi gusto!.-exclamó para si mismo y luego salió de la habitación.
Camino con pasos lentos hasta el comedor y ahí lo esperaba Isaac, quién veía la televisión con atención y vestía ropa holgada de color negro.
-Tu comida está en la mesa, además de que Alex te dejo algo ahí.-le hablo sin dirigirle la mirada .
-Ah, gracias ancianito.-respondió el adolescente y se sentó a comer mientras veía lo que le dejo Alex, dinero.
-Aprovecha el día de hoy, en dos días empezará todo.-comento el albino sin sin verlo.
-Lo se.-dijo dándole un mordisco a su sándwich.-El monstruo los aprovecha bien, aún duerme.-dijo con la boca llena viendo a la habitación donde está Alex.
-Es lo mejor, ayer no estaba dando su 100%.
-Si no me lo dices.-comento con un tono de burla y termino de devorar su comida.
-Por favor, dile a Irina que vaya al bar, hoy tenemos que hacer inventario.-pidió el albino y se levantó para irse a una habitación.
El adolescente no contesto y solo fue a dónde estaba la mujer de cabello plateado, después de tocar la puerta dos veces esta salió con cara de pocos amigos viendo a Jake.
-Tu hermano dice que vayas al bar.-le dijo a secas pero observándola detenidamente.
Pero antes de que la mujer pudiera reclamarle algo el adolescentes se retiró del marco de la puerta, y sin despedirse se fue de la casa. Con pasos lentos camino por la ciudad con su capucha puesta, ya estaba atardeciendo... Enserio durmió mucho y lo necesitaba; y después de una hora de caminata a ciegas ya que estaba perdido llegó, la feria de la ciudad. Una sonrisa llena de "inocencia" apareció en su rostro y sin perder el tiempo entro a la feria.
.
.
.
.Pasaron unas cuatro horas en las que el adolescente se subió a todas las atracciones y jugó en todos lados, ya había pasado el atardecer y la feria empezaba a llenarse de gente, hora de irse, mientras más personas lo vean más riesgos se correrá. Antes de irse quiso disfrutar un último momento, se subió a la rueda de la fortuna y vio la ciudad desde lo más alto, era realmente hermoso... Tanta paz inundaba su ser y no podía evitar sonreír como si fuera un niño. La rueda de la fortuna se detuvo repentinamente y Jake perdió el equilibrio cayendo sentado, antes de que pudiera decir una palabra una flecha voló justo a su lado y le dejó un pequeño corte en su mejilla, un montón de flechas volaron a dónde estaba Jake y algunas lograban atravesar el metal, los gritos no se hicieron esperar mientras que el adolescente esquivaba de forma enérgica.
-¡Nadie ordenó un maldito arquero millonario!.-grito el adolescente y con sus poderes lanzó hielo contra las flechas para romperlas.
Mas flechas seguían llegando a dónde estaba el adolescente y este las frenaba con hielo... Pero si seguía así no lo ayudaría en lo absoluto. Sin más preámbulos el adolescente se subió al borde de dónde estaba y se lanzó al vacío, una pequeña estructura de hielo se iba formando sobre sus pies y se deslizaba hacia abajo gracias a ella, fragmentos de hielo chocaban contra las flechas para protegerlo mientras bajaba hasta tierra firme. Cayó agachado al piso y subió su vista para observar a su atacante, una chica que no se molestaba en esconderse; uno de los lados de su cabeza estaba totalmente rapado y su cabello turquesa largo destacaba peinado hacia el lado contrario,sus ojos eran de color verde agua y piel clara, vistiendo una chaqueta roja con el cuello gris y mangas del mismo color, con la frase "anti-humanity" y dos flechas cruzadas estampadas en la espalda, un pantalón corto que llegaba un poco mas abajo de sus muslos color beige, medias negras largas que cubrían sus piernas y unos zapatos deportivos rojizos, además de llevar guantes rojos y un arco sencillo de madera oscura junto a su carcaj en la espalda. La chica apuntaba una flecha a la cabeza de Jake mientras éste se ponía recto para verla.
ESTÁS LEYENDO
Los Kustermen
Science-Fiction"La realidad innegable de la humanidad es que: por más avanzada que esté siempre serán peor que cualquier cataclismo, en una simple palabra, monstruos" Hace 50 años o más una parte de la humanidad cambio, evolucionaron y lo que antes eran sueños de...