eres lo más valioso que tenemos

Lucy.... (de pedazo a copo)

Lucy encontraba en un sofá color rojo, veía la televisión sin prestarle una atención absoluta, ya que dos sujetos caminaban de un lado a otro con diferentes objetos, entre lo que logro ver eran velas, gises, papeles y lo que parecía restos de un animal.

Era una mujer de cabello tan largo que casi llegaba a el suelo de color negro, tenía puesto un vestido de una pieza color negro, zapatillas negras, labial negro y se tapaba la mitad del rostro gracias a su flequillo, solo dejaba ver uno de sus ojos, el cual era de un intenso color rojo, era una mujer sumamente hermosa, incluso su cuerpo era un deleite para los hombres, un busto de talla DD, quizás más grande, silueta esbelta, que resaltaba sus muslos y piernas, piel pálida pero brillante y en su rostro resaltaban el labial, hacían mucho más atractivos sus labios, su mirada era sería pero eso en vez de perjudicarla, le daba puntos extras.

- hoy es el día...- hablo con seriedad hacía Lucy.

Cada miembro de la familia Loud, nuevamente se encontraba frente a una puerta, sin embargo todos estaban asustados, bueno casi todos.

Leni miraba con indiferencia y enojó, Lincoln con mucha culpa y determinado a enfrentar lo que venía después y Lisa trataba de procesar lo que estaba pasando, aparte de los gritos y sollozos de su hermana mayor, sentía que algo más allá estaba pasando.

Nadie sé atrevía a abrir la puerta, era Lucy después de todo, la duquesa de la oscuridad, si algo la hacia gritar de esa manera, seguramente era algo con lo que ellos quizás sufrirían un ataque cardíaco.

Al ya no poder soportar los gritos y llantos de Lucy, Lincoln dió el primer paso, tomo la perilla y la giró lentamente, a diferencia de las otras ocasiones, la puerta no estaba atrancada.

Leni intento impedir que bajará, sin embargo, no podía pasar entre sus hermanas y padres, quienes trataba de reunir el valor para bajar. Era Lucy después de todo, nada la inmutaba y pocas veces resaltaba alguna emoción, eso los llevo a todos a concluir que incluso en el peor de los escenarios, ella estaría bien. Razón suficiente para no dar el primer paso.

Bajo las escaleras a pasó lento mientras seguía escuchando sollozos y gritos, era como si estuviera bajando al Inframundo, sin embargo, cuando llegó a la mitad, todo sonido se quedó mudó.

Extrañado, Lincoln siguió bajando hasta llegar al suelo, intento prender la luz, pero está no encendía.

Apenas podía ver más allá de su nariz, podía escuchar sus latidos y respiración. Maldigo su suerte y capacidad de pensar al no traer consigo una linterna. Caminó hasta la caldera, cada pasó hacia un eco tétrico y muy escalofriante.

Se asomó detrás de la caldera, en el rincón más oscuro, el lugar favorito de Lucy.

Grande fue su sorpresa al no encontrala por ningún lado, decidió buscar por el resto del sótano, cada pasó era una tortura, se sentía vigilado y constantemente giraba la cabeza para confirmar que estaba sólo.

Siguió buscando por un rato, no había señales de Lucy por ningún lado y el ambiente oscuro, tétrico y escalofriante, era demasiado. Decidió subir, mínimo para buscar una linterna y poder visualizar mejor.

Puso un pie en el primer escalón, sin embargo, volvió ese sentimiento de ser observando, volteó y miró una vez más el panorama completamente oscuro y lugubre, nuevamente nada.

Volvió su vista a las escaleras, sin embargo, rápidamente se topo con el vestido negro de Lucy.

Alzó la mirada y rápidamente se paralizó, sus piernas temblaban y sentia que su alma lo había abandonado.

- HAAAAAAAA!!!.- grito Lucy llena de rabia con todo lo que daban sus pulmones y se lanzó contra Lincoln.

Al escuchar dicho grito y uno más de terror de el albino, la familia Loud salió del trance y rápidamente todos bajaron a ver qué sucedía.