Después de unos veinte minutos caminando, por fin estoy en la entrada de la oficina de la Fiscal General, Rochelle Boldini. La puerta está cerrada. Estoy a punto de abrirla cuando...
— ¡Ey, niña! —me gritan a lo lejos— ¡No puedes estar aquí!
Volteo y veo a un policía correr hacia mí.
—Un momento—dice con su dedo índice rozándole la barbilla repetitivamente—. ¿Usted... es la abogada de Suárez?
—Así es—respondo—. ¿Cómo lo sabe?
—Lo supuse—pone sus manos detrás de él—. En fin, deberías esperar tu turno para investigar todo esto.
—En realidad, quiero hablar con la Srta. Boldini. Seguro que sabe...
—Ése es el problema. ¡No hay rastro de ella por ninguna parte!—dice histérico.
— ¿Cómo? Pero si en serio el Sr. Suárez la secuestró, tras su arresto debería haberla liberado, ¿no?
—El muy malvado de Suárez no nos dijo dónde la encerró. Ni aún en su interrogatorio—refunfuña—. Pero encontramos signos de forcejeo en esta oficina—abre la puerta y señala el escritorio volteado, muchos libros en el suelo, además de vidrios en el suelo, por no mencionar el morado de la pared y el suelo blanco que no combinan en absoluto con el desorden—. Creemos que aquí ocurrió todo.
—Fue muy violento, diría yo—contemplo toda la escena.
—Tengo una copia del informe de la investigación. Por si lo desea, aquí lo tiene—me entrega un sobre tamaño carta—. Soy quien pidió su redacción, Matthew Vidsew.
—Gracias por la amabilidad—respondo con una sonrisa—. Valery Girers.
Estrechamos nuestras manos.
—El Fiscal no quiere ganar tan fácil. No se lo tome como un acto generoso de mi parte; solo sigo órdenes—cambia de un tono sereno a uno mordaz, y entra a la oficina.
Yo salgo de ella, abro el sobre y reviso el documento.
Ahora que lo estoy pensando, ¿quién será el Fiscal? Lo sabré mañana, evidentemente. Me quieren correr de aquí.
No tengo ganas de irme; necesito por lo menos hablar con dos testigos para confirmar los hechos, y sé que la policía no me va a dejar.
Tengo buenos motivos para quejarme. Y voy a su orígenes para decirle la verdad, que por convicción de abogacía me niego a aceptar.
Camino insegura al Centro de Detención, con el reciente momento en el que conocí a mi cliente. Me ruge el estómago; salí apresurada y... seguro que Rita, o me sigue esperando en la oficina o se comió las hamburguesas, incluidas las mías.
El deber llama, como quien dice.
Ya finalmente, después de la misma jornada de ida, llego y entro al cuarto de las visitas. Al parecer están interrogando al Sr. Suárez.
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Acta del Veredicto (EN PAUSA TEMPORALMENTE)
Mystery / ThrillerValery Girers es una prodigio en Derecho Jurídico. Sobresalió en cada una de sus prácticas y evaluaciones para llegar a donde está ahora. Compareciendo en un tribunal según sus ideales. Así caiga, así se frustre, se escucha a sí misma decir: "Creeré...