Feliz cumpleaños, Zafiro. Comienzos

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Briders: Oficina de abogados, 04 de noviembre, 15:03

Un día como cualquier otro. Sin clientes.

Estoy en mi escritorio, actualizando el Libro Diario y Mayor. Mis libros de registros de los gastos, por decirlo de forma sencilla. No tengo deudas, gracias a Dios.

Escucho los pasos repetidos de Destiny por toda la oficina.

— ¡Valeryyyy! ¿Podrías ayudarme? —me grita a lo lejos.

— Estoy ocupada —le digo mientras hojeo uno de los libros.

— ¡Es muy importante! ¡Tienes que venir YA! —me manda.

— ¿Y qué tiene eso de importante para lo que me necesitas? —replico escribiendo.

Abre la puerta y corre hacia mí. Se pone cerca de mi cara.

— ¡¿Cómo que "qué tiene de importante"?! ¡No te enteras, desactualizada! —reprocha y me sacude de hombros.

— No quería decirlo así —la aparto de mí—. No me terminas de explicar qué es.

— Oh, error mío. Disculpa. ¡Pero igual ven! —me jalonea y me lleva a la sala de estar— ¡Mira esto! ¡Tacháaaan! —veo al frente de mí un vestido— ¡Dime... si no es bellísimo!

Me fascina. ¡Está hermoso!

Es de princesa y hombros caídos, con corset y unas flores color piel dibujadas al final de la falda. El color rosa pastel lo hace resaltar.

— ¡Todo el material que me envió es de una increíble calidad!

— ¿Puedo saber para quién es el vestido?

— Me lo encargó una amiga de mi madre, la Sra. Samantha Hawkind.

— ¿Samantha... Hawkind?

— ¿Ya no te acuerdas? Hace escasas semanas fuiste la abogada de un caso por robo. Ella fue la acusada.

— Mmm... Ah sí. Ya me acuerdo.

— Nos invitó a la fiesta de Dulces 16 de su hija...  Y, me mostró la foto del vestido de los sueños de su hija, pero no encontró a nadie para replicarlo, ya que cuesta demasiado dinero. Me ofrecí a hacérselo, ¡y ahí lo tienes!

— Buen trabajo —pongo mi mano sobre su hombro a modo de apoyo.

— ¿Sabes? Deberías probártelo. ¡Te quedaría muy chic!

— No lo sé —digo pensativa e insegura a la vez—... No quiero... estropear tu diseño...

— ¡Vamos! No pasa nada —toma la cinta métrica de la mesa y mide mi cintura— ¡Si tienes la misma medida de cintura que el corset del vestido! Pleaaase...

— Okaay. Lo haré —resoplo. Ya me convenció.

— ¡Oh yeah! —cierra sus puños victoriosa.

La ayudo a poner el maniquí sobre una base que tiene ruedas y lo llevamos a mi habitación.

Entre las dos me pongo el vestido. Luego unos tacones de color plateado, me suelto el cabello y por último, una diadema también plateada.

Cuando me miro en el espejo... sin palabras. Me siento como una princesa, admirando al espejo y preguntándole quién es la más bonita, y me responde... con mi reflejo. Es como ser una niña.

—No te muevas. Quiero hacer una foto. ¡A mis fans les encantaría conocerte!

— ¿Sí? —miro al espejo y Destiny saca la foto.

Acta del Veredicto (EN PAUSA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora